Cuento de Paola

 Paola amaba ir al cine, en especial el momento cuando las luces se apagaban y ya sentada disfrutaba de sus palomitas con caramelo y esperaba descubrir una historia que podría cambiar el curso de su vida. También le gustaba simplemente pasar un tiempo agradable con David. Era como recomenzar su unión a través de una nueva película, ambos se reconocían en los personajes de la pantalla y resolvían diferente sus acertijos de vida compartida.  Paola trataba de regresar así al mundo físico sin dejar de ejercer su libertad y alegría. La vida en la tierra le resultaba muy violenta y cada vez sentía más enojada a toda la gente. Ya ninguna palmera rescataba las malas vibras humanitarias. Paola se preguntaba por las razones de tanta cólera combinada con una supuesta mayor libertad y emancipación. Y en cuento a David y Paola, sus diferencias y conflictos aumentaban en cólera solitaria que sólo la pantalla resolvía. El tiempo cíclico griego le preocupaba porque no quería sentirse atrapada en círculos viciosos ni recomenzar repitiendo las mismas secuencias en su relación con David. Paola quería ver bien su vida, su relación con David y saber esperar y disfrutar, mejorar y aceptar la existencia compartida, libre de cólera. Dar sentido a la vida compartida libre de violencia y en camino amable, en perfeccionamiento constante, siempre unida a David, siempre en el cine con David, reflejada en las historias de la pantalla.

Paola se veía con David en los personajes de cada película