La Identidad religiosa colectiva en articulación con la personal es una noción compleja. Se busca a la identidad en las ciencias y a la sociedad en sus imágenes.
Muchos temas están en duda, por ejemplo, los problemas emocionales son genéticos o no, la depresión. El estrés lleva a la depresión, pero aún con la misma genética, otros factores empujan a la depresión. Las figuras de salud y enfermedad y la identidad cambian, y somos seres únicos y muy parecidos a la vez. Tenemos herencias pero desde estas direcciones los paradigmas resultantes cambian. Los gemelos son casi copia y a la vez son completamente diferentes. Las marcas físicas van modificando el ADN. Los puntos de vista de cada historia, todo lo cambian. Y sin embargo, hay una obsesión genética actual que nos somete de manera importante. Buscamos parentesco ahora desde la genética y ya no en la sangre. La realidad es que todo tipo de pruebas ayudan y las estadísticas, pero después, cada uno es individual y tendemos a dar demasiada fuerza a estos números y tendencias, cuando debemos tomar distancia de todo y aprovecharlo todo, creyendo en nuestra belleza como seres únicos e irrepetibles. Nuestra complejidad nos desborda y somos más allá de toda categoría, gráfica o tabla. Necesitamos como humanos aprovechar a la ciencia y a la tecnología y tratar de ir más allá de su orden en libertad. Nos llenamos de prejuicios y nos dejamos dominar, siendo que podemos construir nuestra identidad sin miedo a romper toda hipótesis o predicción.
Clasificar y superar toda predicción
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