Podemos aproximar la técnica para realizar un objetivo por etapas y se supone que debe comprenderse por qué hay éxito o fracaso y es teórico y empírico su desarrollo. Si no hay ésto es especulación, escape del propósito y no se completa el objetivo de la técnica y sería otro terreno. Los elementos exteriores existen como por ejemplo una sicología proyectada. Hay piedad y pasión desde la representación del sufrimiento. Se trata de funcionar en coincidencia con esta sicología proyectada sin ser motivo de técnica. Son emociones que resultan a partir del lenguaje. Se busca dice Aristóteles, regresar a lo racional en todo momento y a la técnica. Sin embargo, la retórica y la política se cruzan y coinciden con ciertas diferencias entre el lenguaje y la acción, la representación, por ejemplo en un tribunal que dialoga y toma decisiones. El lenguaje seduce y es difícil no dejarse persuadir. Pienso que no podemos extraer las emociones en la toma de decisiones y por ello hoy en día se desarrollan todo tipo de habilidades para lograr los resultados esperados que aceptan la influencia del teatro democrático en sus discursos y pasiones. Si buscamos cierto resultado, debemos poder vender nuestras propuestas en uso de todas nuestras habilidades para lograr los objetivos deseados.
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