Los Salmos 37:1
Salmo de David. No te enojes a causa de los malhechores, ni envidies a los que obran injusticias, porque pronto se marchitarán como la hierba y desvanecerán como ella. Confía en el Eterno y haz el bien. Habita tranquilo en la Tierra y ten preciosa la fidelidad.
Ser fiel al buen camino de ayuda a todo otro en el rostro que nos interpela y nos pide una respuesta y debemos responder ¡Aquí estoy!
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