Grace Nehmad

jueves, 5 de mayo de 2022

Despertar a un acomodo distinto

 Isaías 52:1

¡Despierta, despierta, vístete con tu fortaleza, oh Sión! Ponte tus hermosas vestiduras, oh Jerusalén, ciudad sagrada. Porque en adelante, no vendrán a tu los incircuncisos y los impuros. ¡Sacúdete el polvo! ¡Levántate y siéntate, oh Jerusalén! ¡Suéltate las bandas de tu cuello, oh hija cautiva de Sión!

Porque así dice el Eterno: Fuistéis vendidos por nada y seréis rescatados sin dinero…¡Qué hermosos son sobre las montañas los pies del mensajero de las buenas noticias, el que anuncia paz! 


Vendrán siempre nuevos amaneceres que empujarán las soluciones por tanto tiempo anheladas y romperán los lazos que nos mantienen presos y desconsolados. Y las soluciones no están en el dinero, se trata de nuestro acomodo frente a la vida, frente al otro que puede y debe ser diferente.

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