Grace Nehmad

jueves, 12 de mayo de 2022

Poner nuestro deseo en el otro

 

 

En Rousseau podemos hablar del deseo, aunque se conoce por la política y la educación. El deseo se confronta en su posición contra la imagen en la antigüedad. La pasión nos domina y se opone a la razón. La autodeterminación viene desde la razón para ellos y el deseo es entonces pathos. Desear lo que no depende de nosotros es abandonar lo que depende de nosotros. Todo deseo nos recuerda la carencia, el hoyo dentro y duele, no somos completos. El amor busca completarse en el otro. Buscamos ser completados y somos eternamente insatisfechos. Queremos igualar lo perfecto. Para los estoicos es centrarse en el no deseo y sí en la virtud. Sería un deseo tiránico lo que buscaríamos. Epicuro preconiza la dominación del deseo. Satisfacer el deseo produce placer y júbilo. Es relajar la falta y la carencia lo que quiere el ser humano, pero se puede buscar el deseo que sí podemos alcanzar y descartar otro tipo de deseos. La moderación según Epicuro es el centro de la vida. Los deseos vanos deben desaparecer para Epicuro y moderarse, este deseo es la concepción antigua de Epicuro. El deseo en la modernidad es algo positivo, es potencia. Esta idea comienza con Spinoza en todo ser, ser siendo según Heidegger es Étant. Todo ser viviente combate la muerte a través de la fuerza del deseo. Se trata de un deseo como tendencia espontánea y motor que mantiene en la existencia. El hambre como fuerza que nos mantiene en la existencia. Cambia el deseo y ya no es malo el objeto inerte, permanece en la existencia. La materia es activa en la existencia, es deseo que mantiene a la existencia viva. En Rousseau la felicidad no es satisfacer el deseo, es el deseo mismo como una esperanza, se encamina hacia y ahí es ilusión que busca y mueve la existencia. Cuando deseamos es para representar el deseo y la imaginación de ese objeto que hasta es preferible no alcanzar. Si nuestro deseo se pone en el otro es un salto más importante y estamos siempre satisfechos y felices al ver a los otros felices nos diría Levinas y me quedo con esta aspiración.



Es deseo de dar y apreciar la belleza de este mundo

1 comentario:

  1. Que bien escribes y tienes mucho conocimiento de la filosofía. Te felicito.

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