Los proverbios 5:1
Hijo mío, atiende a mi sabiduría. Inclina tu oído a mi inteligencia, para que guardes discreción y que tus labios guarden conocimiento. Los labios de la mujer extraña destilan miel, y su boca es más suave que el aceite, pero sus propósitos son más amargos que el ajenjo, agudos como una espada de dos filos. Sus pies bajan a la muerte. Sus pasos conducen al sheol(morada de los muertos). No anda por el seguro camino de la vida. Sus caminos son errabundos, pero ella lo sabe.
Es otra vez discernimiento, lo que deslumbra y llama, no es lo profundo y verdadero que implica gran trabajo y compromiso. Queremos lo rápido, el camino corto. Queremos el placer inmediato y la pronta retribución. Es también la idolatría hacia todo tipo de imágenes superficiales para evadir nuestra verdadera misión en la tierra de ayuda a todo otro, de abrirnos al verdadero amor en compromiso y dejando atrás los falsos caminos deslumbrantes y vacíos. Podemos meditar y tener la fuerza de escoger el camino del bien, de nuestra misión en esta tierra, sin miedo. Aquí estamos para hacer nuestro trabajo en amor y compromiso.
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