Kierkegaard y el otro, raíces

 

Kierkegaard, padre del existencialismo. Sartre se inspira en él. Es danés y es cristiano y muy extraño que Sartre, ateo, se base en él y lo considere su padre. El concepto de ironía es un fundamento de su obra. Kierkegaard quería despertarnos e inspirarnos, somos espíritu para este autor. Se trata de un hombre espiritual que quiere escoger ser en libertad para todo hombre. Es muchos personajes desde la elección existencial. Es cristiano y ético y llega a nosotros desde un lugar extraño y sensual, desde la estética y vamos conociendo todas las facetas de su obra, en la ética y la religión y después también desde lo romántico. Él interroga las capacidades propias de ser nosotros mismos y tener éxito en serlo y hasta llegar más allá de nosotros mismos para ayudar a otros. La cima de la existencia está en el amor. Lo descubren a través de dos estudios de él en los años treinta. El individuo está frente a sí y está solo. Es pensador que regresa a lo desnudo de nuestra existencia. Él se enamora y rompe con su pareja y ello afecta su obra. Amor humano y amor cristiano es lo que trabaja en las obras del amor. Dice que somos incapaces de amar. Es un acto de caridad que viene desde el exterior y se me ordena amar. Por mí mismo soy incapaz de amar. Cómo el amor deviene deber. Debes amar a tu prójimo como una orden bíblica. Es amarlo como a ti mismo y al extranjero y Kierkegaard retoma todo esto. No existe en plural, es en singular y hay predilección en lo humano, pero no en sentido religioso. Tampoco entra la idea de la reciprocidad. Es un amor que es religioso y universal. Es persuadirnos de que no necesitamos ser cristinos para amar de esta manera ética. La filosofía se sacude así a través de estas palabras. Se refresca. Me parece muy interesante notar que este autor entra en estos conceptos para liberarse de la angustia, que busca el amor de pareja, desde un deber exterior que luego retomará Levinas para su obra que se centra en el otro. Me parece esclarecedor el descubrir profundamente a este autor, a sus aportaciones, y contrastarlas con Sartre y Levinas. Saber de las raíces posibles de Levinas, influencias para desarrollar su filosofía del otro.

Una bella flor para el otro, tomó tiempo en materializarse