En Hume se puede avanzar en la identidad. Se
puede definir desde diferentes perspectivas y cada criterio cambia. Los
criterios se mueven hay identidades nacionales de herencia y es fija, permanece
en el tiempo. Es la búsqueda de los orígenes y nos confiere cualidades que nos
definen desde la historia. Es una concepción de transmisión desde lo fijo. Se
piensa que los atributos vienen de nacimiento y no los construimos. Creemos
desde esta idea la tendencia es argumentar que no podemos cambiar y desde el
nacimiento no nos movemos. La identidad psicológica es en cambio cambiante.
Entonces vienen los choques de estas concepciones. Pero nos movemos en estas
ideas. Somos también producto de nuestras circunstancias e interacciones. El
alma confiere al hombre su esencia en notros mismos. Esta idea es muy religiosa
y se pasó a definir la identidad desde la experiencia y no desde especulaciones
y creencias. Es identidad observable desde el empirismo y no desde las creencias.
Es lo que plantea Huma a diferencia de Descartes. Nada es de nacimiento para
Hume, es su experiencia lo que lo define e identifica. Nuestras ideas derivan
desde nuestra experiencia. Desde las sensaciones y percepciones, comprobamos la
experiencia. Tenemos las experiencias que forman nuestras ideas. Ello sostiene
Hume y actualmente distintas corrientes de pensamiento sostienen diferentes
posturas entre estos extremos. Yo pienso que somos combinación de tos estos
aspectos aquí mencionados en mayor o menor medida y lo importante es ir como
dice Levinas, más allá de la combinación. Abrirse de una identidad fija que no
se mueve para nada hacia la maleable, que se redefine en función del otro y es
para él, para asistirlo sin miedo al misterio infinito que le abre, tiempo sin
casillas que me ayuda a ser para y a redefinirme y pulirme para ayudar más y mejor
a todo otro.
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