Centrarnos en el camino de las lenguas nos ayuda a comprender la cultura que transmiten y a las sociedades que las hablan. Somos un conjunto de signos que transmiten ideas e intentan acompañar y ayudar como vehículos de amor. No olvidemos nunca elevar nuestras palabras, estudiarlas y escogerlas al hablar, meditarlas, darles vida, activarlas para ayudar y transmitir. Somos lo que hablamos y mediante la palabras podemos cambiar para bien o para mal la vida de las personas. Estamos acostumbrados a hablar lanzando las palabras sin reflexionarlas. Detengámonos y llenémoslas de luz y de amor. Aprendamos cada día a construir a través de ellas el mundo de amor y paz que soñamos.
Flores nadan y se desplazan para limpiar el mundo desde las palabras de nuestras bocas
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