Grace Nehmad

martes, 25 de enero de 2022

Sueño y vigilia al servicio del otro

Sueño, entonces soy, interpretación sociológica de los sueños. Mundo social de los sueños, parece que nos persiguen. ¿Cómo se fabrica el sueño? Articular método y luego aplicarlo. El sociólogo da otra respuesta a los sueños a partir de Freud pero muy diferente. Es interpretación sociológica de los sueños. Es intimidad el espacio de los sueños, historia íntima y colectiva. Las intrigas se relacionan en los sueños y son colectivas, en familia e instituciones, de contradicciones dentro. Son de actualidad y Bernard Lahire, sociólogo, realizó estudios de ocho entrevistados, cuatro hombres y cuatro mujeres. La dominación masculina no siempre es violación y se refleja en el estudio. Hay temas tabúes, nos dice. Freud habla de censura y por ello aparecen en código. En la noche la imaginación se libera. El investigador es tipo sacerdote y analista. Se le confiesan cosas profundas y relevantes dentro y fuera. Son entrevistas largas las que realizó y se dieron ligaduras intensas con los pacientes. Hay diarios de sueños. Un paciente anota sus sueños porque tuvo un sueño intenso de niño y ya sabía bastante de interpretación de sueños. Eran mil sueños. Los sueños son herramienta de auto análisis. Un sueño de un entrevistado, Gerard, es sueño que libera las palabras en un juego de imágenes que su abuelo danza sobre un libro de Dali. Sus sueños eran violentos y sexuales, homosexuales, con su abuelo y es fuerte porque vive violencia y abusos. Sana a través de sus sueños. El enfoque sociológico es dualidad entre el día y la noche. Lo onírico libera y es hablar para sanar. Mediante sueños, expresión e interpretación, las personas sanan. Así, el entrevistado logra tener una vida alegre. Todos sueñan en permanencia y unos recuerdan y otros, no. En pandemia los sueños que trabajó nuestro investigador fueron muy aislados. Pero en ellos, una niña revela el miedo al virus y veía a sus padres debilitarse en su sueño, pues se retiran superpoderes a sus héroes. El mismo autor no puede interpretarse a sí mismo y es confiarse a otros. Es interesante ver que aquí se trata de estudios de caso y otros tratan de estudiar los sueños de manera estadística. En cualquier caso, aún sabemos muy poco de nuestros sueños y de lo que pueden transmitirnos y guiarnos como humanidad. No logramos usarlos como herramienta cotidiana de trabajo. Culturalmente existen maneras diferentes de vivirlos e interpretarlos. En occidente casi no se les da origen místico ni tanta importancia. Para los médicos tibetanos es herramienta de salud física. El puente de comunicación con Dios se da desde todas las religiones. Sueño y vigilia nos viven pero aún sabemos poco de nuestros sueños, del cuerpo y de la relación cuerpo y alma. Se conoce poco al cuerpo y no tenemos conciencia de él. Los alcances de la mente se relacionan con la posibilidad de explicar sueños y de traerlos a la conciencia. Quizá podemos aspirar a ni siquiera explicar, al menos recordar y saber observar, integrar. Al final, los sueños son sociológicos y toman fuerza o se apagan desde la interpretación cultural de ellos y las herramientas para estudiarlos e interpretarlos en cada caso. Me parece determinante fluir y no fragmentar y empezar a utilizarlos también para ayudar a otros. Escuchar sus avisos y saber asistir a través de ellos. Estamos lejos de ello porque nos asustan y no los comprendemos de manera racional. El ideal sería integrar más sueño y vigilia y ponerla al servicio del otro.


Sueño y vigilia al servicio del otro en integración

No hay comentarios:

Publicar un comentario