Qué pasó la noche es producción individual y no vemos lo social en ello, no grupo ni interacción y estamos dormidos, pero hay tema social, ¿ cómo se logra? Las neurociencias saben por la actividad social pero lo esencial es lo que se cuenta y transmite, a qué se relaciona y qué se reconstituye, comprender la posición social y la propia existencia. Búsquedas cuantitativas comienzan a darse. Les hombres sueñan diferente que las mujeres y se encuentran interpretaciones. Es acercarse a Freud y a sus transmisiones del sujeto que sueña. Es trabajo de la persona y su recorrido para interpretar y se expande más en socialización de cada uno y se reconstruye el universo del individuo. Es poner el sueño en el corazón y las asociaciones y de las analogías. Vida despierta y dormida y su intensa relación. Freud es determinante. Después Bourdieu habla de la censura y de las distintas maneras de hablar. Hay comunidades de experiencia que para su estudio, eliminan las censuras para que se abran los sueños. Hasta en la pronunciación se cambia dependiendo de dónde hables. Para los sueños se controla menos y sueltas, dices más sin decir, es lo íntimo, lo más íntimo, lo que aparece en los sueños. Con una mala hipótesis Freud avanzó mucho piensa el investigador Bernard Lahire . Hubo coherencia en sus búsquedas y sus códigos. Describió lo esencial y eso continúa. Son grandes momentos de revolución científica. La serpiente cambia sus sentidos en cada cultura y por ello se fue Freud al individuo. Las ciencias sociales aún se fundan en el individuo racional y despierto y estamos dejando mucho fuera. Las neurociencias ya hablan de inconsciente colectivo y pequeñas asociaciones para prepararnos para el mundo consciente. Estamos trabajando mucho en lo consciente y no funcionamos ni escogemos desde ahí. Se construyen costumbres, anticipamos e interpretamos en lo práctico y de manera inconsciente. Hay caminos neurológicos que seguimos como producto de las experiencias. Lo que busca este enfoque del investigador Bernard Lahire es referirse a lo sociológico de los sueños. No es el fracaso escolar de los individuos, por ejemplo, es buscar los recorridos más comunes para enfocar lo social y construir interpretaciones y también analizar los casos atípicos. Los sueños nos pueden llevar a grandes hallazgos de nuestras conductas sociales. Se trata de investigar y entender las elecciones desde la juventud. Entender las probabilidades y su afectación social. Trabajar con soñadores y analizar desde el aspecto sociológico lo que está pasando. Me parece una investigación muy necesaria y creo que nos ayudará a conocernos muy profundamente. El otro a nivel macro puede experimentar una gran sanación con este tipo de estudios. De entrada, creo que podemos tratar de fluir mejor entre sueño y vigilia y ser para darnos al otro, a lo otro. La vida es también sueño y así podemos atrevernos a vivirla y caminar hacia la integración. Perder el miedo a la censura. Percibirnos más como ciertas culturas más originarias que lejos del mundo más urbano se relacionan muy diferente con sus sueños y su inconsciente. Nosotros en cambio, los tapamos mucho y nos censuramos, no fluimos y excluimos partes centrales de nosotros y de la misma manera al otro. Integrarnos y aceptarnos es integrar y aceptar al otro y fluir.
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