Las supersticiones no nos ayudan a vivir dice
Spinoza. Ser blasfemo es locura en su tiempo y deben arrepentirse los filósofos
para curarse en la religión. Spinoza contrapuso a la razón a esas habladurías. El
liberalismo entra en acción desde lo económico y político en su vida y lo
atacan en los países bajos. Su tratado
trata de atacar la superstición y decir que es miedo divino, pasaje de servicio
negativo y no acción desde el amor divino. La teocracia es régimen político que
aplica la voluntad divina, pero estancada en el poder de dominación La
superstición nos explota. Spinoza quiere demostrar límites en los textos
sagrados y sus mentiras. El ejercicio de fe y razón se separan. El derecho de
hacer la ley no es de los teólogos, el poder político para él debe estar por
encima de lo teológico, en libertad y razón. Las palabras negativas deben
castigarse y la libertad de expresión reinar. La libertad es paradójica y debemos
seguir sus ritmos positivos de desarrollo. Los deseos negativos deben
contenerse en un derecho civil. El poder soberano por el bien social debe
reinar con sus apetitos y deseos. La democracia reacciona de manera racional en
beneficio de la sociedad. Spinoza es defensor del contrato social limitando a
los ciudadanos y regulando lo social en libertad, sin violencia. Las ideas
deben circular a pesar del estado sin censura. El estado no debe ser
totalitario. La libertad de expresión garantiza la paz social pero no en acción
que pueda afectar a otros. Es recargarse en la ley desde lo laico, es
comprensión racional y sanar, gobernar fuera de las pasiones y sacar de
nosotros toda superstición. El miedo en especial y los sentimientos negativos
deben limitarse y encauzarse.
Debemos revisarnos paso a paso y actuar desde
una racionalidad amorosa me parece, desde el corazón libre de pasiones
desestabilizadoras, pero no de amor. Actuar por y para todo otro, desinteresadamente
como propone Levinas y extrapolarlo a lo social. La ley es central y lograr la
paz en libertad de expresión me parece, tal como propone Spinoza.
Unir fragmentos de una vida soñada de ayuda desde razón y corazón
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