Dice en su libro “Entre nous” Levinas que la
extravagante generosidad de por el otro, lo político, el derecho son la única
manera de instaurar a la sociedad y esta necesidad de ley y del derecho
infinito es la lección política del talmud para él. Es cierto pues sin ley no
hay manera de convivir con todo otro ni de asistirlo ni de aprender a vivir por
él y estar dispuesto a morir por él. El derecho infinito es del otro y me pongo
a su servicio y lo aprendo a escuchar en todo momento pues si no lo escucho seré
incapaz de asistirlo.
En tus danzas, entre nubes y espacios verdes nace el corazón de tu mirada, rostro divino que me pide asistencia
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