Grace Nehmad

miércoles, 5 de enero de 2022

Liberalismo social y el otro levinasiano

 

 

El liberalismo de Michéa. No quería publicar y lo hizo empujado por su amigo editor. No quiso la televisión y prefirió estar entre amigos. El pensamiento binario es de costumbre y nos condiciona y este autor va fuera de ellos. Los debates políticos son fuertes y se enfrentan clanes. Queremos definirnos y posicionarnos. Pensamos mecánicamente y no decidimos bien. Michéa busca algo diferente. Se une al comunismo de su familia desde joven, ir por la igualdad popular. Se inicia joven en la filosofía. El gusto por las lecturas y las ideas lo domina desde joven. Rechazo un puesto en la universidad, él no quería aclarar a los filósofos sino al mundo. No fue militante político. Es socialista. Su tesis dice que izquierda y derecha se complementan, liberalismo social y económico. La izquierda no es liberal, es lucha de clases. Lo mismo la izquierda no puede aprobar el liberalismo económico de la derecha ni la idea de unir izquierda y derecha es lógica. La izquierda quería romper con la derecha y la derecha es tradición. La izquierda empezó sin la idea de socialismo que fue con la revolución industrial.  La filosofía de las luces es en cambio la de la revolución francesa con la idea de libertad y tolerancia, del individuo sin tutela, siendo cada uno su propio maestro, sin normas exteriores. No figuraban los trabajadores en este escenario. Se hablaba de derechos humanos en abstracto y separado de sus condiciones materiales de existencia. Pero después los derechos humanos son para la burguesía al principio y es contradictorio. Michéa es criticado por sus ideas. Se trata de salir de la incoherencia en relación con las percepciones psicológicas y de nuestras categorías rígidas. La Europa es devastada con las guerras. Surge Hobbes en este tiempo y el problema político es salir de la guerra, buscar la paz y no el bien. La religión para Michéa y la concepción del bien llevaron a la guerra. Maquiavelo es el primer pragmático que busca la estabilidad del estado y separa lo político de lo moral. Tomar la naturaleza humana como negativa que debe dirigirse en control para resolver la vida humana de manera pragmática. Es imperio que haga el menor mal y que se privaticen los valores. Se trata de liberar la moral de los individuos, es liberalismo político. El sistema normativo se libera en la izquierda, es la esencia de liberalismo con axiología neutra, según su propia vida y sus valores morales. Es buscar la paz limitando la libertad de cada uno para no invadir al otro.

Entonces ya va cuadrando todo y toma cuerpo. Volviendo a Levinas, si el otro va primero es añadiendo este espíritu en una cama pragmática de acción, en respeto. El pragmatismo ayuda siempre me parece a ver más claramente y desarrollar una vida más dadivosa centrada en asistir a todo otro. La falta de claridad lleva a la dominación y al pensamiento binario rígido del que Levinas huye, de la falta de respeto y control dominante. Me parece así que es central volver al pragmatismo siempre para elevarnos desde ahí sin perder el piso.


Elevar toda flor de manera pragmática para asistir al otro en amor

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