Los silogismos son discursos que están en sus
deducciones e inferencias y hacemos verdades a partir de sus proposiciones. El
canónico conocido es todos los hombres son mortales, Sócrates es un hombre,
entonces Sócrates es mortal. Pero puedo decir falsedades y lo importante es que
la conclusión derive de las premisas. Las proposiciones dependen de la cantidad,
es decir si son universales o no y si son afirmativas o negativas. Los
silogismos son afirmativos o negativos como resultado. Todos son, algunos son,
resultan verdaderas las dos. Se dan muchos juegos de deducciones lógicas y
estas formas de pensar nos ayudan a clasificar y ordenar el universo. Le dan
luz, hor-den, Hor en hebreo es luz. Utilizar silogismos nos ayuda a ver causa y
efecto, a pensar de manera racional, nos entrena. Las deducciones lógicas nos
ayudan a comprender más y a tomar mejores decisiones de vida. Parece alejado de
la vida práctica y en realidad es de inmediata aplicación. Pensar más en estos
términos quizás nos ayudaría también a unir lo exterior con lo interior, sus
filos de deducción y las causas y efectos que parece que no vemos de manera
directa y sin embargo, las relaciones ahí están y no se nos revelan. Pienso que
ejercitando causa y efecto veremos más y más de nuestro universo de manera
evidente. También nos ayudará hacer las traducciones en diferentes lenguajes y
aceptar las diferencias. Cada lengua es una cultura y una manera de pensar y
cada lenguaje es lo mismo y se traducen los diferentes medios. Lo mismo podemos
traducir el lenguaje físico y espiritual, cuerpo y alma, las diferentes
dimensiones que nos habitan dentro y fuera y nuestros alcances reales en
términos unión corazón y razón. Debemos explorar relaciones y lograr acceder a
la unicidad. Aceptar diferencias, acceder al tiempo del otro en exterioridad y
ser dentro y fuera de manera más fluida.
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