Grace Nehmad

jueves, 14 de octubre de 2021

Proyectos de vida

I. Los reyes 11:1 Y el rey Salomón amó a muchas mujeres extranjeras además de la hija del Faraón… Porque sucedió, cuando Salomón era viejo que sus mujeres princesas y trescientas concubinas; sus mujeres extraviaron su corazón… 

Su corazón se perdió y desvió del Eterno, es decir, perdió su motor de vida que le daba razón de ser y lo movió a construir la casa del Eterno y lo hacía sabio. Pienso que después de tal empresa es fácil perderse. ¡Terminar algo tan importante! ¿Qué puede haber de importante después de realizar una empresa así? Y tantas mujeres no ayudaron nada. Pero lo central siento que es el terminar un proyecto así. Es extraño compararnos con esa historia, pero al final todos somos humanos y lo humano en nosotros persiste como reto de equilibrio cuerpo y alma, superarnos y ser humanos. Dentro de nuestra humanidad,  cambiar de etapas nos cuesta trabajo, retomar nuevos sueños y dar continuidad. La continuidad es un reto, nos perdemos en ella pues empezar es fácil y emocionante y seguir es más difícil. Seguir es un reto, el reto del cotidiano. Podemos construir nuevos templos interiores y ayudarnos a seguir siempre, pulirnos de dentro hacia afuera para recomenzar nuevas empresas y descifrar nuevos trabajos existenciales con fe y amor.

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