Grace Nehmad

domingo, 17 de octubre de 2021

El otro desde la verdad, Descartes y Levinas

 

 

Descartes es centro de la filosofía francesa, muy influyente. En un obsesivo de la verdad. Todos los filósofos lo son y en Descartes pone en duda todo lo que sabe, creencias, impresiones. Era matemático y científico. Dice que tenemos ideas falsas que se suman y nos hacen caer en el error y así las cosas se nos transmiten con errores, pero después cosas se corrigen y los manuales de educación se corrigen. El saber debe comprobarse. Nuestra constitución humana nos hace equivocarnos a través de los sentidos. Cosas que vemos y escuchamos y eran ilusiones sensoriales. Existe muchos obstáculos para conocer. Tenemos demasiados prejuicios y falsas ideas, ilusiones. Se suma a esto lo emocional. Bien sabemos que existe el síndrome de Estocolmo, por ejemplo, en el cual una víctima se enamora de su secuestrador y escondemos todo tipo de abusos por apegos emocionales. Este aspecto no lo mencionó Descartes y me parece que es un mal central en nuestras sociedades modernas. Pues al menos, este tipo de males se empiezan a denunciar cosa que ocurrió seguramente en toda la historia de la humanidad y no se denunció. El ser humano es bastante enredoso en general y los humanos tienen demasiadas apariencias que sostener, incluso siendo bienintencionados. Descartes dice que para sostener la verdad debe solidificarse desde la duda radical, hiperbólica. Funcionamos en el mundo con una moral provisional y dudar y verificar, hasta dudar de sí mismo. Mi existencia corporal también está en duda. Debo dudar de mi existencia y de mis sentidos y demostrarlo todo. Añadir lo emocional me parece importante. Apariencias y dineros se unen a las ataduras emocionales que se traducen en fanatismos irracionales. Volver al método cartesiano en todo momento es importante y aclararse paso a paso para tomar mejores decisiones y ayudar a todo otro al centro de nuestras acciones nos diría Levinas. Es importante desmantelar todo tipo de falsos apegos y distorsiones y encontrar la verdad que se sostenga sin rodeos, en claridad y seguridad. Desde este lugar verdadero, podemos actuar y defender a todo otro en un sistema mesiánico en el sentido de igualdad y justicia social. De Dios en esa época, Descartes parte de la duda y del individuo fuera del egocentrismo, para llegar a través de un método a la verdad. Levinas tiene muy en cuenta a las meditaciones de Descartes para desarrollar la filosofía del otro y pienso que debemos incluir la duda de los aspectos emocionales y de apariencia que generan apegos y materialismos que someten en corrupción a los humanos alejándonos del otro como prioridad de acción. En especial los celos humanos merman la realidad y la alejan de la verdad y del otro como prioridad de acción.



Comprendes tu realidad desde la duda para aclarar apariencias, centro de acción para tofo otro

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