Kant es del siglo 18, habla de la era de las
luces. Salimos con este pensamiento a la luz y de las garras del poder, es salir
de nosotros mismos. Propone en la crítica de la razón pura una síntesis del
racionalismo de Descartes y del empirismo de Hume. Su vida era muy metódica y
austera, con principios y reglas. Era protestante y no justifica su moral en la
religión. Su moral viene más de la justificación de la RAZÓN que de la religión.
Su imperativo categórico es la forma de conducta a adoptar para todo ser humano
y lo llevara al bien en el marco moral de acción. Siguiendo este imperativo se
manifiesta la ley universal de la razón, ley moral, para la conciencia humana y
para Kant tiene su origen en la razón práctica pura. Es un mandato que no
est´+a sometido a ninguna condición, razón por la cual es categórico y viene
desde dentro para hacerse universal. El utilitarismo juzga en placer y
sufrimiento las acciones y se maximizan las primeras y evitan las segundas. El hedonismo
es sólo placer como objetivo de vida. Kant rechaza estas ideas y más bien busca
recargar la ley, en principios e intenciones. La buena voluntad debe guiar las
acciones de las leyes morales que se dirigen al bien. La duda al actuar mueve a
unos a actuar por miedo y ello lo rechaza Kant, aunque haga el bien no es por
buenas intenciones, es hipócrita. La conciencia nos mueve al bien para escoger
desde las buenas intenciones y la buena voluntad. La pureza de la intención debe
mover nuestras acciones y es nuestra aspiración sin venir del exterior es ley
moral autoimpuesta, es lo que justifica nuestra humanidad. La moral de Kant es
universal, aunque se tengan diferentes maneras de llevarla a la práctica. La
ley moral nos hace hablar desde dentro de nosotros, en conciencia y actitud, es
moral formal, es cuadro moral y estructura. Se debe trata de universalizar los principios
individuales. La ética es más en tanto principios de acción y no en cuanto a moral.
Kant nos lleva a la autonomía y responsabilidad y conciencia. Cuestionar
intenciones y no caer en lo rígido de una moral cuadrada que termina
moralizando. Me parece central esta aportación de Kant para nuestro actuar
práctico cotidiano y es fácil de cuestionarse desde aquí. Levinas ciertamente
incluye en su filosofía del otro este imperativo kantiano en la manera de
actuar éticamente y con el otro al centro de nuestras acciones de bien para asistir
a todo otro en responsabilidad y desinteresadamente.
Tu árbol se expande desde raíces y saberes en ayuda
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