Los Salmos 106:1,
¡Aleluya! Alabad al Eterno, porque Él es benevolente, Su misericordia perdura por siempre. ¿Quién puede expresar las portentosas acciones del Eterno o hacer oír toda Su alabanza? Felices son los que guardan justicia y proceden con rectitud en todo tiempo. Acuérdate de mí, oh Eterno, cuando favorezcas a Tu pueblo…
Y sigue, que nos salve y perdone nuestras iniquidades, que nos deje contemplar su gloria…
A mí me gusta aspirar a lo divino, me motiva, poder admirar Su creación y asombrarme, también elevar nuestras cualidades de justicia y enmendar nuestros descuidos y omisiones egoístas. Lo divino está a nuestro alcance y Dios no es un concepto que deba hacernos sentir inferiores y carentes, con coraje por estar aquí y malagradecidos, es oportunidad e inspiración, es exaltar lo bueno en nosotros y ponerlo al servicio de otros. Creo que es pragmático, un concepto que nos une, ayuda e inspira.
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