Grace Nehmad

martes, 12 de octubre de 2021

Algunas reflexiones de nuestra mesa de ética levinasiana de la AFM

 

He estado reflexionando sobre varios puntos que quiero compartirles. La historia leída de manera lineal de entrada es excluyente. No excluye toda diferencia, pero sólo admite las que provienen de derivaciones de lo aceptado inicialmente, es lo que el modelo acepta y de ahí que una visión así no admite imprevistos ni regresiones y deja mucho fuera tal como ha sucedido en los cinturones de miseria de nuestras sociedades occidentales. Por otra parte, ¿desde dónde construiremos nuestros horizontes de percepción que fijen objetivos sin pecar de control? No logramos abrirnos realmente a la diferencia ni adaptarnos a lo que resulta que es diferente de lo que se plantea inicialmente. No conseguimos abrirnos al miterio del otro, a su tiempo, a su infinito, a su historia que se mueve y reconstruye a cada instante. Pienso que es importante combinar nuestras formas de conocer, racional y sensible, no racional. Es intencionalidad que se abre y ya no haya unidireccionalidad. Más allá de un sistema, hay goce de los contenidos del mundo dice el Doctor Ramses en la ponencia de la AFM sobre ética y Levinas. Para moverse al goce y al fin en sí mismo y no con una finalidad que lo reduce. La vida sensible nos desdobla. Tender hacia, es goce en independencia del tiempo, es flujo sin objetivos. Por otra parte, estudiando de lógica aristotélica veo que también hay razón interna y externa. Hay también ambivalencia entre el ser y la nada. Entre la vida y la muerte, presente y su dominio, fuera del no sentido. El ego debe ser desfondado y abierto. Arriesgándolo a la sinceridad en salida del sí en apertura, dice el doctor Ramses. Ello nos conduce de la paciencia a la esperanza y a la apertura y a lo trascendental. Tenemos que conjugar me parece intencionalidad y apertura, pensamiento racional y sensible. No podemos avanzar nuestro mundo sin lógica, causa y efecto, sin ideales y objetivos. Tal como dije en tu horizonte en mí es mejor pensar en el yo ideal del otro, pero sigue habiendo intencionalidad y de ahí es abrirnos a lo otro desde este lugar concreto, abrirnos a lo sensible, al misterio y al tiempo del otro. Estas gratas combinaciones pienso que nos ayudarán a integrar a todo otro, a lo otro y a ayudar cada vez más y mejor al rostro del otro que nos interpela, sin dejar fuera a grandes porciones de la población que no logran comportarse como lo deseamos. Y entonces podríamos evitar genocidios como hemos visto en la historia, como nos presentó el doctor Francisco y tantas violencias y aterrizar la lucha social como se discutió de la teoría de la liberación en Dussel y Scannone desde el otro levinasiano.


Los paisajes se abren desde la mirada infinita del otro



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