Noaj 11:1, Y era toda la tierra de una sola lengua y de iguales palabras… “Edifiquemos una ciudad y una torre cuya cúpula llegue al cielo y nos haga famosos para que no seamos dispersos sobre la faz de la tierra.
Y Dios no estuvo de acuerdo y confundió nuestra lengua para que no pudiéramos entendernos más entre nosotros. Perdimos unicidad, los planes creativos de fama sin tomar en cuenta a Dios nos dañaron… las ideas de fama son entonces negativas ¿y ahora cómo transmitir los bellos mensajes y escapar su negatividad? Por otra parte son tan hermosas las lenguas y a la vez castigo y confusión. En el lenguaje de la meditación somos uno. Las palabras son sagradas y lastiman si se usan sin cuidado. Fuimos poco cuidadosos con nuestro Creador, ¿quisimos ser superiores? ¡Cuántas confusiones y poderes mal empleados! Me parece un momento de separación buscando independencia pero desde una falta de respeto y cuidado. No entendernos es terrible, la falta de cuidado al centro de toda confusión y ahora, la necesidad de ir más allá de las palabras para comunicarnos profundamente. Palabra creativa, diversidad de lenguas que brilla sus interpretaciones y a la vez es confusión. Babel es quizás el emblema de la dualidad humana, creatividad y negatividad que busca fama y poder. Ahora podemos volver al tiempo sin lenguas de la unicidad y sentir y recordar para rescatar el cuidado divino y a todo otro que ahí tuvimos y también hemos perdido y ser independientes desde la unión. Amar la diversidad de las lenguas para regresar a una sola lengua en entendimiento. Usar la palabra creativa con cuidado, resolver su dualidad. ¡Tanto por repensar desde Babel y retornar!
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