Job 30:1
“Pero ahora que son más jóvenes que yo se rien de mí, a cuyos padres desdeñaba poner los perros de mi ganado. ¿Y de qué me servirá la fuerza de mis manos? Hombres en quienes ha aparecido la esperanza de llegar a la vejez, están extenuados de desolación… Son hijos de insensatos… Y ahora he tornado a ser su cantilena… Me aborrecen y huyes lejos de mí, y no escatiman en escupirme en la cara.
Cuando cambian los papeles y las posiciones en la vida como aquí le pasó a Job, entra la conciencia del otro que antes nunca vio y se le regresa lo que hizo sin darse cuenta. Esperemos no tener que perder nada para darnos cuenta del otro y ser sensibles a él en todo momento.
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