Para Hegel la razón se despliega desde el espíritu y se refleja en la materia. La dirección de la historia la da la materia. Marx entra aquí, en el camino del mundo pero para Marx no desde el espíritu sino desde la lucha de clases. Sin conflictos no hay evolución para ellos y deben sobrepasarse los conflictos y contradicciones. La contradicción es así motor de la historia bajo este esquema. El error te lleva a la verdad, es una dialéctica evolutiva. Los actores de la lucha de clases don proletarios y propietarios, siempre hay dominante y dominado. Para Marx las ideas provienen de nuestras condiciones de existencia y el mundo se sostiene en ellas. Desde la perspectiva de Levinas en la que yo creo, este pensamiento fomenta la competencia y destrucción. El otro y la aceptación de la diferencia deben ir al centro y desde ahí escuchar y dialogar y dar. Estamos para asistir al otro y no para competir en su contra, nuestra misión es ayudarlo desde la exterioridad, sincronía y entrar en su tiempo. Construir la unicidad desde ahí y caminar para. Mejorar en términos de proporción, de poder dar más que recibir y construirse para. Cada vez siendo capaces de dar más y ser para otros desde la unión del corazón y la razón, en sensibilidad.
Subir hacia la flor del otro para ayudarle a expandirla
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