Grace Nehmad

domingo, 10 de mayo de 2020

La idea de Dios


La idea de Dios en mí, dentro y fuera



Decicí compartir mis videos de youtube en donde hablo de la porción de la biblia que se lee cada semana con mi enfoque personal que incluye meditación, pintura y poesía a mis amigas.  Son muy diversas y de mente abierta normalmente. Para mi sorpresa, el silencio reinó y pareció que les revelé una identidad mía oculta. Me lastimó el tema porque no me lo esperaba y no creí que no conocieran esa parte mía ya que yo la vivo con gran naturalidad. A veces parece que los más abiertos somos los más cerrados y si nos espejean en donde nos confrontan, reaccionamos de forma extraña, juzgamos y rechazamos.






Claude Ahum y Marcel moore, exploración de la identidad, sin título, 1921-1922

Estuve leyendo en Levinas, lo que escribe de Espinoza y me parece maravilloso, dice que Espinoza se acerca a leer las escrituras como cualquier texto sin religión y en ello es muy innovador, pero Levinas le critica que quita la parte interior a su lectura y con ello quizá la parte ética. Levinas coincide on Mendelssohn que dice que lo dice en realidad de Espinoza, cuando dice:”El judaísmo es una ley revelada y no una teología”.

      Para Levinas los axiomas de justicia de las escrituras bíblicas sobreviven y no temen al dogma de las ideas adecuadas.

      Filosofar, prosigue Levinas en difícil libertad, es ir a las luces en donde brillan los primeros significados pero que ya tienen un pasado, que puede muy bien encontrarse en las escrituras.

      Así, para mí, las escrituras son axiomas éticos universales como lo plantea Levinas, además, sí creo en Dios, pero ello no se contrapone con mi mirada ética universal incluyente. No necesito pruebas, es lo que siento. Para mí, Dios está en mi interior y me ayuda a enfrentar mi vida cuando estudio sus escrituras y sus leyes. Y por eso, desde su carácter universal quiero ayudar a otros aproximándolas independientemente del nivel de conexión divina que tenga cada uno.

      Nietzsche de plano mata a Dios y quiere vivir intensamente fuera de sus discursos dogmáticos y moralizantes. Para mí negar a Dios, es negar la luz interior y no tiene ningún sentido, sería en lugar de vivir una vida plena, quedarse muy corto, en esferas limitadas. Sin embargo, todos estamos experimentando una experiencia física en la tierra y cada uno debe ir encontrando su camino,  claro desde la aceptación de todo otro.

      El problema es cuando nos da por convencer y moralizar desde el dogma, por querer dominar. Pienso que a veces los que se dicen ateos, son los más creyentes y cada uno va avanzando en su proceso existencial. El chiste es aceptarnos y seguir avnzando, no es nada fácil. El miedo al rechazo nos limita a menudo o las expectativas irreales de que todo otro comulgará conmigo y más unidos viviremos el mañana, pero me parece que no se trata de eso, se trata de aceptanos dentro y fuera y desde ahí aceptar a todo otro.



El sacerdote en mí no busca moralizar

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