Grace Nehmad

miércoles, 13 de mayo de 2020

Diálogos de Platón en mí


Diálogos de Platón en mí, buscar el bien y la verdad, aproximar el mundo preexistente del alma

Ayer terminó para nosotros, el pueblo judío el luto por la muerte de los veinticuatro mil alumnos de Rabi Akiva que coincide con los primeros treinta y tres días de la cuenta del Omer que comienza con la salida de Egipto y culmina en la recepción de la Torá. Es un luto largo y ahora ya podemos terminar de contar los días para recibir la Torá en pleno festejo. Yo sentí la energía exterior e interior cambiar, pero no sé si es más bien mi liberación interior que se refleja al exterior y a mi apreciación del mismo.

      Desde esta liberación me acerco hoy a Platón y reconsidero sus diálogos y sus búsquedas, lo mucho que me atraen sus reflexiones. Platón escribe todo a manera de diálogo y me encantó pensar en la posibilidad de dialogar en mi mente con todos los personajes de mi vida para aprender de dichas pláticas pensando en qué me gustaría preguntarles y qué creo que me responderían en cada caso. Me parece un ejercicio interesante que pienso llevar a la práctica y espero me dé buenos resultados.

Se puede trabajar con un personaje por día o por semana y escribir los diálogos como Platón. Bueno, yo los guardaré debajo de mi almohada. Volviendo a Platón, para él, el mundo sensible es este, el de las sombras de la caverna. Su alegoría nos habla de prisioneros en una caverna y el sol exterior que sería la verdad, los alumbra pero ellos atados y encerrados sólo aprecian sombras desde la oscuridad de la caverna. Así, nosotros en este mundo sólo vemos sombras y no lo que es, la verdad del sol. Si alguien sale y ve el sol y quiere compartirlo a los prisioneros, éstos lo querrán matar como cuando cualquier pensador en nuestra historia ha querido compartir sus investigaciones novedosas al mundo y hemos matado a muchos.

      Sin embargo, yo no coincido con que el mundo sensible es el de las sombras y el inteligible el de la verdad. Para mí, hemos desacreditado nuestra sensibilidad que contiene intuición, una visión más amplia de la realidad y que yo me esfuerzo en traer a la conciencia y evaluarla dentro del marco de la razón para tomar decisiones de vida.

      La alegoría de la caverna me parece muy acertada y creo como Platón que distorsionamos y no vemos la verdad y debemos buscarla para encontrar el bien, la justicia y materializarlos dejando atrás a toda sombra y oscuridad, a todo encierro. Con esta foto quiero mostrar nuestra percepción alterada y las dimensiones múltiples de la existencia debido a ello.



L’Homme et la caméra 1929 Dziga Vertov MoMa


      Así, ya que el luto para el pueblo judío ha terminado, voy a aprovechar para salir de mi caverna. Dado el confinamiento actual, no se tratará de salida física, pero sí puede ser una salida espiritual y espero que la salida espiritual transforme a la física. El luto por los alumnos de Akiva fue porque no se respetaban y así no se puede recibir la Torá ni ser ejemplo ni representarla. No se trata de estudiar solamente, ni de guardarse en casa, se trata de hacer introspección y cambios interiores importantes. En el tiempo que aún no tengamos permiso de salir podemos ir preparando nuestra salida. Para mí, será recibir la Torá para poder ejercerla con mayor conciencia. También podemos cambiar nuestra apreciación de la caverna y de la prisión de Platón. Así, la caverna puede también ser un refugio temporal hasta ir aguantando mejor la plena luz del sol y de la verdad.

      Ello me lleva a Rabi Shimón Bar Yojai quien estuvo encerrado en una cueva por 13 años y ahí escribió el libro principal de la Cábala, el zohar. El encierro puede hacernos florecer después. Su muerte coincide con el fin del luto que fue ayer. Antes de morir, pide que festejemos y nos alegremos con su muerte. El recogimiento es necesario para salir a la luz con más fuerza y claridad. La vida esta hecha de luces y oscuridades y el abrirnos a cada etapa nos permite enfrentar lo que sigue con mayor claridad. Ayer les hablé de contemplación estática y movimiento y cambio, hoy de luces y sombras, de distintos mundos, de lutos y alegrías. Me parece que podemos experimentar cada tapa de nuestras vidas en plenitud y con todas estas facetas dentro para aprender de ellas, fortalecernos y construirnos a cada paso.

      Me gusta mucho de esta alegoría de la caverna de Platón, la claridad con la que traduce a este mundo dual que no alcanzamos a ver en su totalidad. Creo que la vida en la tierra nos muestra diferentes caras en diferentes momentos. Espero seamos capaces de capitalizar los aprendizajes de cada experiencia en esta dimensión existencial para aumentar en nuestro acercamiento a todo otro y asistirlo desde una capacidad de discernimiento acrecentada y valores cada vez más sólidos.  


Flor eterna

El corazón de la existencia
concentra amores y pasiones, sonríe miradas
nuevas desde el vientre

de la percepción que sabe mirar profundo y diferente.


No hay comentarios:

Publicar un comentario