Grace Nehmad

domingo, 24 de mayo de 2020

La historia de la filosofía en mí


Hume y el empirismo, Hume y Kant en mí

Desperté este domingo con la idea clara de continuar con mi revisión filosófica. Es fascinante revisar la historia de la filosofía y cómo ha evolucionado nuestra manera de concebir al mundo y por ende, cómo nos movemos en él. Sin embargo, sí me cuesta trabajo encaminarme en mi tarea. Debo pensar profundamente y cotejar el pensamiento de cada filósofo con mi manera actual de ver al mundo y cómo la han comprendido los diferentes pensadores que he revisado hasta ahora.

      No es la primera vez que los estudio, pero ahora que mi camino de vida me llevó a la estética y Levinas, ahora que ya he realizado varias investigaciones en ese camino, quise revisar desde dónde vengo para después decir con mucho más cuidado.


      Quizá mi primer encuentro con Levinas y la estética emanó de mis profundidades, con la guía de mis maestros claro está, porque soy pintora y poeta. Ahora quiero tejer más fino y por eso quiero revisar el camino andado. Esta revisión me presiona y compromete mucho más. Es como una etapa más madura. Una cosa es llegar, buscando siempre en mi vida, pero también mucho como por casualidad, otra cosa es meterse de lleno en el tema y buscar comprender todos sus detalles para profundizar en él.

      Es un compromiso fuerte y siento cargar en la espalda como bloques de piedras ancestrales que debo procesar y ordenar para seguir. Con este espíritu en el corazón llego hoy a Hume. Es empirista y se sale del camino central de la razón para hablar de las impresiones y de un conocimiento basado en ellas. Para él las ideas son impresiones débiles y son recuerdos de una impresión fuerte. De ahí, después establece causalidades, sin embargo a Kant no le convencen. Kant quiere establecer los límites del conocimiento y no dogmatizar, decir humildemente, qué sí alcanzamos a conocer y qué no.
Edward Hopper, maison près de la voie ferrée, 1925, MoMa.
Aquí contrasta la casa de ensueño con la modernidad de las vías del tren y lo veo muy relacionado con de lo que aquí hablo sobre nuestra percepción del mundo y el camino de la filosofía.



      Pienso que es verdad, no podemos conocerlo todo de manera empírica, pero para mí no es dogma lo que no puedo comprobar de manera experimental. Para mí está lo que compruebo que me funciona y hace que embonen mi mundo exterior e interior. Mi mundo interior es enorme y no me alcanza este mundo concreto. Ensueño con facilidad y voy de aquí para allá. El mundo de allá es el que siento muy fuerte, mis sentimientos son su comprobación.

      Claro que estoy mucho en la percepción, en las impresiones como diría Hume y en el intento de que mis ideas sean también impresiones fuertes y no se debiliten. Entonces los alcances limitados que plantea Kant pueden ampliarse al unir al corazón con la razón y para mí ese puente se encuentra en pintura y poesía y nos aproxima esa otra realidad de acceso cerrado de manera racional. Mis investigaciones buscan concientizar lo oculto, al menos una parte más importante, ampliar nuestros alcances humanos con las herramientas en las cuales he estado desarrollándome y todo para servir más y mejor a todo otros bajo el enfoque levinaseano. Paso a paso. Espero el recorrido sea fructífero.


Sueño con ampliar mi conocimiento
para ayudar más y mejor y porque
sueño que podemos ser sensibles
al llamado de todo otro.

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