La edad es imaginaria o es necesaria y la infancia decisiva. Dura doce años y parece que todo se juega ahí. Muchas decisiones se escriben ahí en nuestros rostros y corazones. Por eso he querido llevar a cabo regresiones creativas que me ayuden a ver qué decisiones tomé y por qué las tomé. Somos quizá más plásticos ahí, estamos más cerca de lo sensorial y de nuestra misión existencial. Después cumplimos con lo exterior terrenal y olvidamos nuestra esencia. La edad es interior para cumplir nuestras verdaderas misiones terrenales y no olvidarlas o distraernos. Nos afirmamos desde niños y es continuar con la mirada verdadera y profunda, ingenua sin pensamientos duales y contaminados.
Infancia pura y buscar la misión ahí
No hay comentarios:
Publicar un comentario