Grace Nehmad

lunes, 29 de julio de 2024

Despetar a nuestros llamados

 Profetas

Jeremías 2:4

¡Escuchen la palabra del Eterno, Casa de Yaacob, y todas las familias de la casa de Israel! Así dijo el Eterno:¿Qué hallaron sus ancestros en Mi de malo para que se hayan alejado de Mí y hayan ido tras lo fútil y ellos mismos se hayan vuelto fútiles? Pero no dijeron:”¿Dónde está el Eterno, que nos sacó de la tierra de Mitzraim, que nos sacó de la tierra de Mitzráim, que nos guió en el desierto, en una tierra esteparia y con hoyos, en una tierra yerma y de sombra de muerte, en una tierra de Mitzráim, que nos guió en el desierto, en una tierra que había sido transitada por hombres y en la que ningún ser humano se había asentado?” Pero Yo llevé a ustedes a una tierra fértil para que comieran su fruto y su abundancia, pero ustedes entraron y contaminaron Mi tierra, y Mi heredad la convirtieron en abominación. Los Cohanim no dijeron: ¿Dónde está el Eterno?” Incluso, los que detentan la Torá no me reconocieron; los pastores pecaron contra Mí; y los profetas profetizaron por Báal y marcharon tras lo que no vale. Por eso, Yo he de reñir con ustedes-declaró el Eterno y me disputaré con los hijos de sus hijos.


Me parece que ésto se extiende a toda la humanidad que se va por las apariencias y no escucha su interior, a todo otro. Es ahí donde reside Hashem y debemos despertar a nuestras misiones en la tierra en acción y amor.

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