Sefaria, mishna 3
Además de las halajot relacionadas con las oraciones fijas, la Guemará relata: El rabino Neḥunya ben Hakana recitaba una breve oración al entrar a la sala de estudio y al salir. Le dijeron: La sala de estudio no es un lugar peligroso que justifique una oración al entrar y salir, entonces, ¿qué lugar hay para esta oración? Él les dijo: A mi entrada, oro para que no ocurra ningún percance causado por mí en la sala de estudio. Y al salir, doy gracias por mi porción.
Me parece que en todo lugar pueden haber percances y que debemos de meditar cuanto hacemos, es estar presentes, de entrada y de salida, en especial en nuestras plegarias y para que ese estado meditativo elevado acompañe cada vez con más fuerza nuestro tiempo de vida en la tierra.
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