Pérek 3, Mishná 5
Rabbí Nejuniyá dijo: Quienquiera que se imponga sobre sí el yugo de la Torá, se librará del yugo del gobierno y de las preocupaciones mundanas; pero aquel que deseche el yugo de la Torá, se le impondrá el yugo del gobierno y el de las preocupaciones mundanas.
Creemos que darle un lugar al desarrollo espiritual nos aísla y desconecta del mundo cotidiano y sus acontecimientos pero perdemos la posibilidad de recibir la luz divina y sus enseñanzas para vivir mejor. Me parece que es deseable lograr un equilibrio y estar abiertos al desarrollo de cada una de nuestras partes, no sólo eso, buscarlo y hacerlo realidad, materializar.
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