Isaías 1:1,
Visión de Isaías(yeshayahu) hijo de Amoz(Amotz), que él vio respecto a Judá(Yehudá) y Jerusalén(Yerushalayim) en los días de reyes. Escuchad, oh cielos y apresta el oído, oh tierra, porque el Eterno ha hablado: He criado hijos y los he educado pero se han rebelado contra Mí. El buey conoce a su dueño y el asno conoce el pesebre de su amo. Pero Israel no conoce a su Señor. Mi pueblo no comprende. ¡Ay nación pecadora, pueblo cubierto de iniquidades, descendientes de malvados, hijos que se dan a la corrupción! Han abandonado al Eterno y renegado del Santo de Israel. Le han vuelto la espalda.
Debemos siempre darnos el espacio durante el día para reflexionar y tratar de vernos dentro y fuera para determinar en qué nos hemos desviado del buen camino, las voces que nos han abandonado o se han transformado. Si nos hemos dejado llevar por las apariencias, por el materialismo y egoísmo, por lo fácil y cómodo, si hemos olvidado a nuestros padres y la cadena de amor que debemos transmitir, nuestro legado, en acción para asistir al rostro de todo otro.
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