Grace Nehmad

miércoles, 14 de diciembre de 2022

Cuento de Marcela y Lisa



 Marcela perseguía soluciones diferentes a su existencia, quería saber más y experimentarlo todo, aprovechar su soledad y el compartir la vida con otros, éxtasis de saberse parte y vivirse dentro y fuera en equilibrio. En la práctica, su fluir era a menudo siniestro y la sobrepasaba. Lisa era colega y  compañera de mil batallas pero su enfoque de vida era otro, totalmente terrenal. A Lisa todo le cuadraba y funcionaba, no era el caso de Marcela. El sabor de la vida para Lisa era sobrio e inmediato. Lisa era consciente de todo y su buen humor la empujaba hacia el lado simple de la vida. Marcela se sentía rescatada por ella, toda la falta de color en Lisa se equilibraba con su buen sentido del humor. Las carcajadas sueltas de sus chistes compensaban su seriedad existencial. Los discursos de Marcela en cambio, llamaban a la tempestad constante, intensidad inherente a la respiración que se vertía en su hacer en el mundo. Lisa a veces se dejaba arrastrar por el cuadro mártir que le presentaba Marcela sobre su cruel destino. Después despertaba a la realidad afortunada de Marcela y en lugar de sufrir por ella, buscaba dejarse contagiar por su intensidad, tratando de escapar de sus días perfectos y predecibles en la tierra. Marcela por su parte, se dormía en la seguridad de Lisa y apagaba sus fuegos en su escucha atenta y paciente. Juntas se cuestionaban la posibilidad de ser felices sin la otra, de comprenderse independientes, después, abandonaban toda suposición y se entregaban a sus instantes compartidos en el abrazo eterno que cobijaba sus destinos entrelazados.


Opuestos pelean, comparten y se abrazan


1 comentario:

  1. La representación del ying y yang. Seres opuestos y complementarios que al unirse parecen perfectos.

    ResponderEliminar