Grace Nehmad

miércoles, 4 de agosto de 2021

Una buena vela

 Se pueden pocas cosas, un camino lleno de restricciones y cuidados. Es interminable. Es caminar y descubrir y aceptar. En estos momentos se abre mi tiempo para pensarme y lo que debo es invertirlo en el otro, pero el otro se va y me deja sola. Con muchos tiempos vacíos. Me acerco a Dios pero aún así me falta algo importante y no sé qué es. La incertidumbre me domina y debiera hacerlo la certeza. Veo un Job que habla con Dios, se queja y le reclama. Yo no puedo hacer eso, le creo en todo y más bien no sé qué quiere de mí y cómo complacerlo si lo quiero hacer en el rostro del otro pero el otro está en otra parte, algo ausente. Demasiado ocupado. No me parece opción la queja, menos la reclamación pero me hace falta una buena vela. ¿Dios me quiere para Él y un poquito para el otro o para el otro aunque tarde en responder y un poquito para Él o el rostro del otro y Él son sinónimos como dice Levinas?  Buscaré en nuestras diferencias. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario