Job le reclama a Dios su juicio y que como humano no comprende sus iniquidades. En esta tierra parte del libre albedrío quizás es descubrir cuáles son nuestros errores y sanarlos. Debemos trabajar dentro y fuera, en introspección y diálogo divino y en diálogo con todo otro y con todo lo exterior, lo otro. Abrir nuestro corazón y sanar desde la confesión y el perdón divino e interior, desde el perdón de todo otro. Es quizás la tarea central existencial. En nosotros está lograr nuestra paz y curación junto con la piedad y escucha divinas.
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