Grace Nehmad

lunes, 30 de agosto de 2021

Miedo a morir, más bien sanarnos

 

 

 

La muerte y no necesariamente debemos verla con tristeza, con Epicuro vemos que la muerte no es siempre angustia. Para muchos la conciencia de la muerte es la marca de nuestra condición. Para Freud el hombre inventa a Dios por eso para prometer otra vida. La desaparición total es escalofriante y absurdo. Para Heidegger es la preocupación constante del hombre. Es estructurante de nuestra naturaleza y nos divertimos para olvidar la muerte y el miedo. La voluntad es inaccesible. La vida y la muerte son incomprensibles. Filosofar es aprender a vivir con la idea de la muerte decía Montaigne. Aceptar la muerte y vivir mejor. Es realidad y experiencia interior de nuestra naturaleza humana. Pero en Platón era fin de existencia terrestre de apariencias y la entrada a nuestra realidad eterna del alma. La muerte es inevitable y no depende de nosotros, no hay nada que decir de ella ya que no la experimentamos y sólo es representación para nosotros. Es tema de susto y de fascinación. Para Epicuro la muerte no es nada, dice. Es el fin y es desaparecer. Epicuro era materialista en su naturaleza, ensamblaje de átomos. Lo sólido es materia que no puede traspasarse y siempre estuvo aquí. Todo ser es combinación de materia. La materia se perpetua en diferentes ensamblajes y se transforma. El alma es soplo de vida y anima, es materia y espíritu. Unos la piensan física y espiritual, otros las unen. Para Epicuro la muerte es material y no es de miedo, es la vida, experiencia y experiencia sensible. Como la ausencia es de miedo, en la nada, nada pasa y no importa, es ausencia. La muerte no la encontramos nunca, en la muerte no tenemos sensaciones y no nos interesa entonces. No podemos dar cuenta de ella. No tuvimos miedo de nacer ni tampoco debemos tener miedo de la muerte.

Es verdad que ya no la contaremos y lo que duele es la de los otros y no podemos hablar de ella. Pero nos entristece dejar de vivir y perder a otros, la ausencia duele. En nuestro país nos reímos de ella y de sus caras diferentes que a menudo son egoístas pues quizás los otros se van a un lugar mejor. Depende. Me parece que estamos aquí para mejorar nuestra vida y la de otros y lo de después más que nada es preocuparnos por tratar de comprender y asumir y ver y saber qué pasa después y qué hacemos aquí. Es quizás lo que más deberíamos de investigar sin lo esotérico y no por egoísmo, por corregirnos y sanarnos en unión.


Mentira y silencio, escojamos callar y meditar más nuestras palabras

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