Grace Nehmad

miércoles, 8 de julio de 2020

Walter Benjamin y Levinas

 

Walter Benjamin y Levinas

Benjamin fue comunista, sociólogo, filósofo literario, ensayista y místico . Su escritura es fragmentaria y caleidoscópica, y es un filósofo influyente en la modernidad. Sus ideas permean la cultura presente. Nace en 1882 en berlín, es hijo de una familia de comerciantes y vivió una infancia feliz. No quiso estudiar finanzas como quería su padre y seguir con el negocio familiar. Quiso estudiar literatura, filosofía e historia lingüística.

Su pensamiento es de izquierda y lo expresa en su juventud con un grupo jóvenes, pero rompe con ellos pues no comparte el entusiasmo bélico y nacionalista que tenían.

 Gershom Scholem lo forma en su judaísmo y por él se interesó en el hebreo y en la religión judía con un trasfondo neokantiano. Sigue los principios de crítica de Kant, su conocimiento científico. Kant habla del juicio sintético a priori que no encontramos a través de la experiencia. Benjamin, siguiendo a Kant, se recarga en un sistema rígido de ética y estética y piensa que la propia vida es contingencia. Entonces se cuestiona porque en realidad piensa que en la experiencia de vida debe poderse leer el café e incorporar la crítica del arte. Toma la alternativa con una estética superior como clave de acceso verdadero de la realidad. ¿Por qué el arte es nuestra verdad?

El arte es misterio. Una obra de arte es lo bello y su brillo genera un principio de búsqueda del saber. Lo bello y las cosas no lo son en sí ese saber. Tratamos de trascender el contenido objetivo de una obra. El lienzo, lo material, los colores y palabras son lo objetivo, nos llevan a las ideas. Nos trasmite Benjamin que en la historia clásica de Antígona, ella va en contra de las leyes de no sepultura para sepultar a su hermano. La verdad de esa obra va en la idea, en la separación de códigos legales y códigos éticos que propone. Así, lo correcto no es igual al bien, ello es un conflicto universal y por ello leemos esa obra hasta hoy, es crítica es lo que como los románticos denomina Benjamin un trabajo continuo. La obra tiene la capacidad de significar algo nuevo. El sentimiento es la verdad presente en la obra.

Después Benjamin se interesa en el materialismo y la historia, en el comunismo y marxismo. Dice que debemos reinterpretar la realidad y seguir al arte que cambia y desafortunadamente, lo moderno detiene el progreso. Lo inmediato pierde la individualidad nos dice y es verdad que entramos en ciclos absurdos de un progreso que en realidad no lo es. Benjamin termina sus días de manera dramática pues se suicidó por miedo a ser deportado a Alemania y morir en un campo de concentración.

Benjamin nos ayuda a leer la cultura moderna y a no recargarnos en el progreso. Me atrae su inclinación romántica que involucra fuertes sentimientos y en especial su apreciación del arte como impulso hacia la búsqueda del saber. Tiene importantes coincidencias con Levinas. En especial en cuanto a la sensibilización y el abrir los sentidos que Levinas integra para escuchar y asistir a todo otro. Su oposición al progreso es similar en Levinas, en tanto que sería respaldar una dialéctica Hegeliana y visión de dominación social que puede coincidir con las ideas marxistas. Sin embargo, Levinas no podría defender que después gobierne el proletariado como solución a nuestros problemas sociales, en especial, de violencia, pues se termina en el mismo lugar una vez con el poder en las manos como ya lo hemos visto. Benjamin, aunque se interesa por el judaísmo, finalmente se casa más con el marxismo y ello se aleja de la propuesta levinasiana de redención a través de una Torá universal. Me desconcierta su suicidio, pues no lo hubiera creído posible en pensadores como él, pero se puede comprender. Me quedo más con sus fases místicas y románticas y con sus interpretaciones sobre la importancia del arte como motor de crítica y búsqueda del saber, ello embona con las búsquedas de Levinas y en especial con la sensibilización.



                                  El arte nos eleva, su belleza nos atrae

                                repensamos el cielo y lo aterrizamos a nuestro

                                                       cotidiano.

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