Paul Ricoeur y
Levinas
Paul Ricoeur nace
en 1913 en Francia en una familia protestante y muere su madre al nacer él. Se
cría en el protestantismo. Tenía dos fotos en la cabecera de su cama y no sabía
cuál era de su madre. Su padre muere en la guerra de 1914 y él crece sin
padres. Lo educan sus abuelos, quizá de ello proviene su juego constante de presencia
y ausencia. Era devorador de libros y se adelantaba. Recibe una fuerte
educación literaria y religiosa luterana. En el liceo un importante profesor de
marina francesa lo marca, era neo-tomista de Aquino y abierto a lo
contemporáneo. En 1933 se hace filósofo y en 1934 descubre en la sorbonne la
fenomenología de Husserl.
Descubre también
a su maestro Gabriel Marcel. Ricoeur busca revelar los problemas de la
existencia humana y después buscar su sentido. También lo influye su maestro Nabert.
Sus estudios se centran en el mal y en la fenomenología, en la hermenéutica y en
la reflexión del yo filosófico. Ricoeur es un espíritu reflexivo. Le intrigan
la libertad y problema del mal. Es llamado como oficial de reserva en la
segunda guerra mundial. Los de su tropa deciden rendirse y devienen prisioneros
en el límite de Polonia. En ese tiempo, como disciplina de supervivencia
traduce a Husserl y con un lápiz sin goma.
Mientras
escribe vive una experiencia extrema, lo inhumano en lo humano. Se mira como un
hombre abstracto que piensa y nace su libro de lo involuntario en lo
voluntario. Lo escribió como complemento a la fenomenología de la percepción de
Merleau Ponty.
Al ser liberado
es profesor y sigue sus estudios de fenomenología y nace su tercer hijo. Tristemente
ese hijo se suicida a sus treinta años, una tragedia para Ricoeur que quiere
comprender el mal.
En1948,
inspirado en Gabriel Marcel y Carl Jaspers, publica su filosofía de la miseria
y de la paradoja. En 1950 sostuvo su tesis de doctorado titulada inhumanidad en
la humanidad. Su gran preocupación por lo vivido es el mal y ve que los humanos
expresamos en gestos y en símbolos esa parte y por eso quiere recurrir a un método
que integre esos lenguajes no hablados. Los lenguajes simbólicos son injerto de
hermenéutica en la fenomenología para entender el mal.
Busca en los mitos
y en la simbólica del mal. Quiere leer e interpretar. Los mitos son símbolo y
se libera su sentido al analizarlos, el origen profundo del mal y por dónde
ingresa al hombre. Esta es la paradoja de la finitud e infinitud del hombre, su
grandeza y soberbia, su ser y contra su ser. Al descubrirse así, debe
pacificarse y reconciliarse.
Es necesario,
nos dice, no dejarse atrapar por formas de terror del mal que entran en el
hombre sobre todo a partir del poder político. El hombre es falible y la
simbólica del mal lo persigue.
Ricoeur se hace
profesor de filosofía en 1957 en la Sorbona. En sicología se deja influir por
Freud. Pasa de la interpretación de la cultura al símbolo ya no sólo religioso.
Se trata de una obra cultural humana y ya no sólo religiosa. Une a la modernidad
cartesiana con el yo, pero ya no con el yo de Marcel que es opaco, es un yo soy
más de lo que sé de mí. Incorpora así la dimensión inconsciente y la arqueología
del sujeto. Después penetra en las letras, historia y verdad.
Sus actividades
e investigaciones van cambiando. Enseña un cruatrimestre por año en su última
etapa de vida. Publica el Discurso de acción. Después ser profesor es más itinerante
y en una tercera etapa, el lenguaje entra al centro de sus investigaciones con
la metáfora y luego la narrativa y los textos.
Al final busca la referencia del lenguaje oral
y escrito. Decir algo de la realidad en tiempo y narración. Busca en los libros
la identidad del hombre, en el encuentro del lector con el texto.
Al leer autor está muerto y el diálogo con el
texto y su sentido prioritario se da desde mí, se trata de comprenderme ante el
texto. Tiempo y relato, sí mismo como otro.
En la última
etapa de investigación habla de la historia. Su tema de vida es orientado ahora
hacia la historia. Busca la distinción entre mismidad e ipsedad, ética y moral.
Recoge la muerte del sujeto entre Nietzsche y Descartes. Dialoga con relatos
míticos con culturas y pueblos. Para él la filosofía es diálogo abierto y no
una mera doctrina.
Su fenomenología e interpretación son legado
completo de Ricoeur, pues él quiere una fenomenología aterrizada.
Como vimos, busca
el sentido del hombre en el sentido simbólico y ello es una gran aportación. Sus caminos de la hermenéutica son etapas de filosofía
práctica, ética y política.
Ricoeur liga la
experiencia intuitiva de Husserl a la fenomenología trascendental. La hermenéutica
busca traducir e interpretar, es exégesis de las escrituras sagradas y Ricoeur
la trae al texto en investigación como método. La comunicación moderna es
verbal y no verbal como vimos.
Martin Heidegger
introduce el texto circular interpretativo, texto y contexto y lo utiliza Ricoeur
tomando en cuenta a las épocas para situar al ser humano en el existir. Ricoeur
plantea que la fenomenología hermenéutica sobrepasa al método.
El encuentro con
la hermenéutica es juego, es posibilidad de crítica y superación con una importancia
de discursos de doble sentido.
El método fenomenológico
y hermenéutico es potencialidad semántica mística arcaica. Hay un mal de la finitud
injerto en la fenomenología de la hermenéutica y el sujeto no se conoce directo
sino a través de los signos depositados por las culturas. Con los signos
modernos Ricoeur recupera los principales conflictos en las interpretaciones.
Es técnico y preciso, usa una lógica simbólica con un lenguaje pleno de interpretación
y doble sentido. En el mundo del texto, Ricoeur está interesado en drenar el
sentido existencial del hombre. Los textos e interpretación contrastan con el lugar
de los hechos que es el fenómeno y se complementa con la compresión del texto. El
método de Ricoeur ayuda a hacer análisis e investigaciones a nivel doctoral.
Me parece que
compagina con las búsquedas y preocupaciones de Levinas que también usa la
exégesis, la literatura y la historia del pueblo judío y cuestiona e interpreta
signos y símbolos para ir más lejos y buscar liberarnos del mal. Los aspectos
culturales en Levinas estarían relacionados con la historia del pueblo judío
como eje interpretativo, en su juego con Dios. El otro al centro en Levinas
pretende resolver el origen del mal y toda violencia. En Ricoeur no alcanzo a
ver las propuestas de solución, quizás sí se trate de llegar al origen de
cierto mal al analizar con los métodos que propone vamos a decir el nazismo, pero
desconozco su obra en este sentido y aquí parece que hablan más que nada de la
importancia de su método de análisis que veo bastante emparentada con el método
de Levinas, Levinas quizás va aún más lejos al proponer el centro en el otro
como motor existencial y solución al problema del mal y llegar a un mundo más
justo que para Ricoeur parece como método de análisis a posteriori y no como
solución aunque ayuda a buscar soluciones a casos particulares que aquí no
aparecen propuestas.
Ricoeur no
propone un nuevo enfoque de vida y quizás influido por Freud, más bien invita a
una terapia social para resolver temas de vida y mejorar, reconciliar y
pacificar, como dice, pero no hay redención posible como en Levinas o no se
vislumbra claramente.
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