Grace Nehmad

jueves, 2 de julio de 2020

Sobre Soren Kierkegaard y Levinas

Sobre Soren Kierkegard y Levinas

 

Es un filósofo que quiere enseñar a volar a los gansos domésticados. Es el padre de los existencialistas. Nació en Dinamarca en 1813. Era rico y religioso y se sentía culpable de la muerte de 5 de sus siete hijos quienes mueren por enfermedad antes de llegar a la adultez. Él creía que esas muertes eran un castigo a sus pecados porque de niño maldijo a Dios.

            Soren estudió teología por complacer a su padre, pero después decidió dedicar su vida a la filosofía y muere a los apenas 42 años de edad. Escribió varios libros y más de veinte ensayos y se pelea con la iglesia de Dinamarca. Abrió el camino que después explorarían Heidegger Sartre, Camus y muchos más.

            Soren quería transmitir una verdad congruente con sus acciones y vida y así era para él el camino para convertirte en individuo. Pensaba que el individuo se pierde sin darse cuenta y no debe permitirlo. La vida para él, se desarrolla en el plano finito y en el infinito. Esta perdida de la individualidad puede darse en lo finito y en lo infinito. En lo finito, lo cotidiano, perderse sería complacer a los demás siendo que no nos guste esa forma de vivir, ser lo que quieren de ti y no lo tuyo. Perderse en lo infinito es perderse en todo lo que se abre a nuestros pies. Esas infinitas posibilidades se abren y cierran con las decisiones que tomamos. Decidir es elegir y actúar en nosotros y no se debe dejar la propia vida en pausa por la angustia de decidir, vértigo de la libertad.  Debemos decidir y ser responsables de nuestras decisiones. Lo más racional para Kierkegard es elegir irracionalmente basado en lo que te dictan la fe y la pasión, en escuchar a la voz interior. Debes dar un salto de fe. Él iba en contra del sistema social racional dominante y dio ese salto, liberando así sus miedos y confiando en el ser interior. Incluso sus profesores le dicen que no tiene capacidad y él persiste. Para Kierkegaard Dios es la voz interior. El mundo no le cree quizás pero si cae, él piensa que fue por su propia decisión y no por el ruido exterior.


Salto. Monet. MoMa

            Para Soren, Dios es el camino, él da un salto de fe hacia el cristianismo. No quiere que el cristianismo sea de borregos y piensa que debe vivirse de forma individual y subjetiva, sin dogmas, no creer de manera literal los relatos bíblicos; lo verdaderamente importante para él es vivir lo que crees.

            El cristianismo para él,  ofrece cierto modo de vivir la vida con mandamientos y pautas de conducta con las que el verdadero cristiano se compromete sin importar si es cómodo o no o si la gente aprueba tus comportamientos, lo que para ti tenga sentido y sea verdadero para ti es lo que debes hacer. El cistianismo así, es el camino a la individuación en un salto de fe, es una voz para personas que se comprometan en un salto de fe con sus decisiones y con su vida en construcción.

            ¿Qué diría Levinas? Construirte, sí, pero para ayudar al otro, para servirlo siendo su rehén. Es posible que como sociedad nos hayamos perdido en nuestros procesos de individuación que se han transformado en los peores egoísmos y falta de atención y cuidado a todo otro. Levinas viene a contrarrestar esta tendencia que quizás inicia Kierkegaard sin darse cuenta.

            Aunque es verdad que no deja de ser importante responsabilizarse por las propias decisiones y dar saltos de fe que pueden ir en contra de una mayoría social que repite conductas sin comprometerse realmente con ellas, por comodidad, pero creo que Levinas nos diría que siempre nos centremos en el otro para actuar y ayudarlo en sensibilidad y amor, sin perdernos en la propia construcción de vida y perder de vista al otro en el camino.

 

Un paisaje claro me abre opciones, doy un salto de fe,
escojo para asistir a todo otro en sensibilidad.

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