Grace Nehmad

lunes, 6 de julio de 2020

Ibn Gabirol y Levinas

Ibn Gabirol y Levinas

Es una figura fascinante, filósofo, rabino, poeta y escritor de la edad media. Nace en Málaga en 1021 y muere en Valencia en 1058 y vive mayoritariamente en Zaragoza. Muere antes de los cuarenta. Es quizás el más grande poeta medieval hebreo. Fue brillante, pero su personalidad era difícil y le promulgan un herem en 1045, es decir que lo excomulgan. Parte al exilio y no cumple sus deseos de volver a Sión. Cuenta la leyenda que lo matan por celos a sus poemas y que fue inhumado y el árbol con sus restos dio frutos.

Su filosofía es prolífica y también su poesía. Murió solo y sin apoyos. Era muy temperamental y no controlaba su enojo. Su poesía es religiosa y de teshuba, pero su vida no lo refleja. Un tremendo fuego le arde dentro. Si eres mi amigo soy polvo de estrellas cerca, solía decir,pero para mis enemigos soy lo peor.

Su personalidad es entonces dual e irónica. No controla su coraje, es excomulgado por lo mismo. Una de sus obras más importantes se titula, fuente de la vida. Escribe en árabe. Cita mucho a Platón. No lo retomaron judíos de su época ni por siglos, pero fue traducido por los no judíos en su época y después sí llegó a nosotros alrededor del año 1850 y sí gustó ya su trabajo. Aunque lo excomulgaron en su momento su poesía no fue olvidada por su comunidad pues habla de las leyes judías. Su rima y letras son un rompecabezas preciso. Su poesía es religiosa y filosófica, contiene el universo complejo en verso como la titulada Keter maljut.

Los sefaradim rezan sus lamentaciones en kipur.

Es astrológico y nos da el orden del cuerpo respecto a la creación. Nos dice en uno de sus poemas:

“Espero estas líneas ayuden a la humanidad...

que mis manos sostengan la corona del reino.”

En hebreo se unen pasajes bíblicos con su voz y es muy profundo el impacto.

Nos da una vista cósmica de la creación.

Su teshuba personal es intensa. Nos dice así en otro de sus largos poemas:

“...mis pecados son demasiados y los confieso, quiero silenciar sus olas y perdonar...

He cometido iniquidad y el mal...

He blasfemado, me corrompí y me alejé de tus leyes Dios mío...

Antes de ser me diste luz...”.

Vemos la fuerza de su poesía tan sentida y es de los pocos que es famoso dentro y fuera de la comunidad.

Filón de Alejandría también era neoplatonista. Como sabemos, Platón hablaba de este mundo como reflejo de lo real y perfecto. Era metafísico. Por ejemplo, una silla ideal existe en el mundo de las ideas y aquí tenemos sólo su aproximación. Aristóteles, por el contrario, hablaba de medir en este mundo y no de reflejos. Maimónides seguía a Aristóteles. En el neoplatonismo de Gabirol es Dios lo perfecto, pero hay emanaciones divinas y las cosas que emanan de Dios quieren regresar a Dios. En la edad media muchos son neoplatonistas como Gabirol.

La materia es esencial, es emanación divina y se forma sólo por voluntad divina. Es la voluntad divina la que da forma a la materia que antes es Tohu va bohu.

Filón de Alejandría vive en el tiempo del templo y de Jesucristo, es comentador de Biblia e ignorado por los judíos, Gabirol, como vimos, también es tomado por los escolásticos e ignorado por los judíos en su época.

Gabirol busca investigar y escribe sobre diversos temas:

-Quién es Dios

-Cómo nos relacionamos con Dios

-Ética que espara él cómo nos relacionamos entre nosotros

-Implicaciones para los humanos de cómo organizo Dios el mundo y esa estructura implica lo que debemos trabajar desde lo individual.

Gabirol nos habla de elementos o humores del ser humano.

Idealmente debemos posicionarnos para comportarnos acorde a la estructura divina.

Analiza así al tranquilo y con piedad, al Orgulloso y cobarde, y varios tipos más como la alegría y el amor y, la tristeza y los celos que se relacionan con la temperatura a su vez.

Así, una personalidad seca debe trabajar en agua y tratar de llegar al centro del sistema y equilibrarse para ser ético y estar en temperatura adecuada, templada.

Vemos como Gabirol era filósofo y después poeta. Podemos comprender sus poemas al comprender su pensamiento profundo.

Nos dice que debemos ser pacientes con los malos, pues es una prueba de buenos modales.

Dice que no le digas un secreto a tu amigo si no quieres que lo sepa tu enemigo.

Nos dice que la pregunta contiene la mitad de la respuesta.

Para Gabirol el hombre sabio es el que persigue el conocimiento y si cree que ya lo alcanzó es que no sabe nada.

Gabirol tuvo una existencia luminosa en el saber que nos dejó, fue como un cometa. Su filosofía se nos perdió 900 años a la comunidad judía. Su teshuba y remordimiento concuerdan con el judaísmo y por eso ha recatado su obra dentro del pensamiento judío.

Si lo contrasto con Levinas veo que en cuanto a sus obras hay diferencias importantes. Gabirol busca un trabajo interior y con Dios mayoritariamente, aunque si habla del otro, pero no parece ser su centro. Parece que busca equilibrarse y resolver el fuego que lleva dentro y lo consume. Es como buscar una integración al planeta y al orden establecido por el creador. En cambio, Levinas se centra en el otro y el yo si existe de alguna manera, es para atender al otro. Gabirol está lejos de ese lenguaje y motor de vida, parece su vida una tremenda lucha por controlar su temperamento y expiarse.

La expiación en Levinas es la redención que vendrá con la justicia social centrada en el otro.

Gabirol es un alma en pena que es exiliada de su comunidad, Levinas vive integrado a su comunidad e intenta ser un líder como filósofo en especial, que porta un mensaje de redención.

Me enternece Gabirol, me parece como un niño, con un conocimiento freso y sincero, Levinas es un adulto con su religión de adultos como él la llama.

El aspecto temperamental de Gabirol compagina con sus búsquedas y su obra, también las circunstancias de vida de Levinas y el impacto de la Shoah en él y en su obra. Esa parte interior en Gabirol, Levinas la da por hecho para ir hacia el otro. Se le critica el no hablar del yo para nada en su obra y se dice que es utópica por ello, pero me parece que es válido rescatar el desarrollo interior cuando se dirige al otro y con recato, es decir, sin perdernos en él como implícitamente lo veo en la obra de Levinas. 


 Fuego dentro que busca equilibrarse con el paisaje, orden divino,

supervivencia.

Supervivencia levinasiana en el grito desesperado que encuentra

su centro en el silencio para dar espacio al Otro, verdadera redención.


 

 

 

 

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