Grace Nehmad

jueves, 11 de junio de 2020

Retos, avances y limitaciones humanas desde la ilustración


La ilustración 

El siglo de las luces se llamó a este siglo de gran apertura y liberación y se tuvo gran fe en la razón como una luz resolvería todos los problemas humanos. El iluminismo de alguna manera lo inicia Descartescomo embrión, con su famoso pienso y luego existo. Es una reacción al absolutismo europeo con el monopolio del poder en la iglesia católica en lo comercial y censura de ideas peligrosas. En Francia tomó el mayor auge . Se trataba de despedirse del feudalismo y entrar en el capitalismo entre otras luchas sociales y ocasionó la propagación de las ideas de los iluministas con la revolución francesa. Se eliminaron el feudalismo y absolutismo. Es un movimiento que resalta a la razón por encima de la fe y de la religión. Era el instrumento más importante para alcanzar el conocimiento. Rechazaba la herencia de  la edad media vista como la edad de las tinieblas aunque ello no es completamente cierto. Abogaban por la limitación de los privilegios del clero y de la iglesia. La ciencia se usó para cuestionar las doctrinas religiosas. En el plano económico se instauró el liberalismo. Con Adam Smith se defiende que la fuente de riqueza es el trabajo y no la tierra, defendió el libre comercio sin intervención del Estado. El poder del rey debía ser limitado por un consejo y constitución. Los súbditos del rey deberían tener más derechos y ser tratados de forma igualitaria. Todos deben pagar impuestos y minorías como los judíos debían ser reconocidos como ciudadanos plenos. La iglesia debía salir de la política social y política y se da la secularización. Sus representantes principales son John Locke, padre de la ilustración por hablar del entendimiento humano, a Voltaire quien criticó al clero, Montesquieu quien habló de la división tripartita de poderes, Rousseau es el defensor de la pequeña burguesía y de un contrato social que ejecute la voluntad del pueblo y Adam Smith con el liberalismo económico. Hubo un gran aporte a la ciencia, valores de tolerancia e igualdad entran en acción y el peso de los grandes filósofos dejan sentir su influencia.



Pintura de Charles Gabriel Lemonnier que representa la lectura de una tragedia de Voltaire, por entonces en el exilio, El huérfano de China (1755), en el salón literario de madame Geoffrinen la calle Saint-Honoré de París. 

La enciclopedia guarda todas estas ideas y las impulsa en todo Europa. Se da la revolución industrial 1780-1840 con Inglaterra a la cabeza en este caso. Estos cambios intensos prometían con gran fe una solución completa para toda la población. Hoy sabemos que no se logra incluir a toda la población y el proletariado es dominado por la burguesía. Baja la mortalidad infantil y mejora la calidad de vida. La burguesía desplaza a la aristocracia. Pero Carl Marx critica al capitalismo y a la explotación. Obras como “la cadena” nos confrontan con dicho abuso y explotación. Ya vendrán la defensa de los derechos humanos y el limitar la edad y horario de trabajo, su paga justa. Afortunadamente, las liberaciones y aumento en derechos humanos siguen mejorando y dando grandes beneficios a la población en su conjunto y a nuevos sectores que antes estaban desposeídos de ellos como es el caso de las mujeres. El desarrollo crece en todos los planos, los inventos tecnológicos y en medicina elevan la calidad de vida. Sin embargo, las mejoras no resuelven el problema humano por completo y persisten el deseo de dominación, la competencia, la muerte y la enfermedad, la angustia e insatisfacción humanas, todo tipo de violencias y marginaciones e inclusive el aprovechar las maquinas para matar en serie como aconteció en la shoa. Si el hombre es bueno por naturaleza como planteaba Rousseau y la sociedad lo corrompe, ¿cómo podemos regresar un paso antes de la corrupción? Levinas nos diría, escuchemos al rostro que nos interpela en sensibilidad, vinimos a asistirlo.

        Su llamado me parece es recuperar un corazón olvidado que aunque después el romanticismo exalta las emociones, me parece que se pierde en su falta de objetivo y dirección. Como propuse en mi libro El Extranjero que se basa en la profundización y actualización de las ideas levinaseanas, pienso que debemos escuchar y asistir al otro en sensibilidad, uniendo corazón y razón, con dirección, y no olvidar mantener un cerco de respeto para no invadir los espacios del otro y no caer en la promiscuidad de la violencia.

        Es verdad, no me he topado con un hombre malo, ¿qué nos hace degenerar nuestras conductas positivas? Debemos tejer más fino y analizar las consecuencias de nuestros actos, ampliar nuestra visión pues seguramente nos autocensuramos principalmente por miedo. El centro puesto en la calidad de vida, en detener la destrucción del planeta y el coronavirus y en la ayuda y no en la competencia prometen redimirnos.

        Me llaman mucho la atención el distanciamiento humano obligado y la reclusión, ¿consecuencia forzada de nuestra falta de límites y de respeto hacia todo otro?

        Debemos cambiar, ¿Por adónde podemos hacerlo desde hoy? Se ve que tenemos que reflexionar y seguir investigando, en discernimiento, con fe y trabajo.



La ética que nos falta es carencia
también de estética y de conseguir
vivir en sensibilidad uniendo 
corazón y razón al servicio del otro.


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