Grace Nehmad

martes, 23 de junio de 2020

Levinas y Maimónides

Levinas y Maimónides

La filosofía en Maimónides y otros fue de un racionalismo que causó revuelo. Trató de reconciliar la filosofía griega de Aristóteles y las leyes judías, no hay contradicción para él. Demuestra que los principios de los sabios del pasado se concilian con la filosofía de Aristóteles.

        Apelaba entonces por el racionalismo y ciertos rabinos lo vieron como un pensamiento peligroso. Existe una teoría de doble verdad de todas las religiones, la elite cree en algo y a las masas se les entretiene con lo que sea. Este tipo de estudios filosóficos como los de Maimónides no son para las masas pues éstas no son capaces de comprender. Los intelectuales sí entendían y pensaban que el pensamiento de Maimónides sería malo para las masas. Su obra,  La guía de los perplejos,  dice Maimónides es para gente preparada. Pero las ideas se corren y causó revuelo y oposición.

        En Sefarad sí apoyan a Maimónides, pero en Francia un rabino opositor llevó la obra a las autoridades cristianas y quemaron su obra públicamente. Se desatan problemas y se empiezan a revisar todos los libros de origen judío. Se quema así también al Talmud y hay persecuciones e inquisiciones. Y todo comenzó por un judío que no estuvo de acuerdo con otro judío y lo denunció a los que no son de la comunidad.

        Se arma entonces una importante controversia en su momento con la obra de Maimónides. Ciertos pasajes de la Torá, dice Maimónides, no se pueden leer de manera literal. En especial en lo que concierne al cuerpo de Dios. Dice Maimónides que la creación no se lee literal. Estos conflictos internos se expanden al exterior, pero también permiten que se permeen otro tipo de ideas para interpretar y convivir con la Torá. De aquí, por ejemplo, se dan influencias cabalísticas y místicas. Muchas ideas del mundo penetran el estudio de las escrituras y se reflejan en diferentes prácticas. Las corrientes del pensamiento están en todas partes y penetran a la comunidad judía.

     Moisés ben maimón nació en córdoba y se forma como judío. La familia se muda a Fez dominada por los almohades. El recomendaba la conversión al Islam, pero recomienda que es mejor escapar para poder practicar su judaísmo y su familia migró a Egipto, a Fustat. Muere su padre y su hermano lo mantiene para que él estudie, pero muere el hermano y así se hizo médico. Estudió derecho judío y recibía preguntas de todo el mundo. Elabora la mishné Torá o segunda Torá.

        El objetivo común de mantener la salud del cuerpo hace que las leyes naturales y su estudio no se peleen con las leyes judías. En edad avanzada es que escribe la guía de los perplejos. Es el pensamiento aristotélico el que permeaba el mundo en ese momento y los comentarios de un musulmán, Averroes,  marcarían el pensamiento de Maimónides. Ambos buscan resolver el conflicto entre ciencia y religión, razón y fe. La obra de Maimónides es para intelectuales que buscan resolver este conflicto y no quedarse perplejos ante la lectura de la Biblia que no corresponde con lo que saben de ciencia. La Biblia, dice Maimónides que tiene un sentido literal y otro oculto que contiene las mismas ideas de Aristóteles y se revelan mediante la alegoría.

        La creación del mundo esconde las interpretaciones físicas de Aristóteles. El carro divino de Ezequiel encierra los misterios que el sabio expuso en su metafísica. Aristóteles habla de Tierra, agua, fuego y aire como los cuatro elementos fundamentales de la materia. La tierra para él es el centro del universo y de los demás elementos y se cubre de agua, sigue el aire y al final el fuego y después está la luna. Las cuatro esferas son los límites del mundo terrestre y materia. Encima de la luna yace el mundo espiritual.

        Ello corresponde a los versículos del génesis según Maimónides. El viento de Dios sería la esfera del aire y en la oscuridad se encontraría la esfera del fuego y es alegoría. El firmamento yace en medio de las aguas, separa formas diferentes de agua. Así, la visión de Ezequiel de ruedas que giran con rumbo prefijado a voluntad divina, se equivale esta imagen a la idea de Aristóteles del cosmos, su cosmología, concepto de geocentrismo y alrededor de ella giran los siete planetas y encima de ellos, giran las estrellas fijas en esa órbita sin cambiar sus posiciones. El primer motor hace girar todo y sería Dios para Maimónides. Sabemos que no es cierto pues la tierra gira alrededor del sol, pero así se consideraba el sistema en la época medieval.

        Podemos comprender los avances de Maimónides, aunque esa teoría aristotélica no fuera cierta. También podemos comprender la polémica que generó en su comunidad y lo que abrió nuestro pensamiento o de qué manera inició su apertura y el enriquecimiento que le dio a nuestro estudio de Torá y cómo nos impulsó a abrirnos a la ciencia y a sus beneficios laicos para la salud.

        Lo que estaba en juego era el hecho de poner en duda la fe mediante la ciencia. La quema de libros es de las imágenes más infames que hemos sufrido como humanidad en varios puntos de nuestra historia y la obra de Maimónides fue quemada, afortunadamente no la perdimos.

        El fanatismo y la intolerancia quisieron acabar con Maimónides y ejemplos así los vemos a menudo en la historia. Esperemos superar estos males que atacan a la humanidad como pasó de manera diferente en la shoah que vivió Levinas. Pero ya la obra de Levinas fue bien recibida y vista como posible solución a la violencia que nos aqueja en nuestras relaciones humanas.

        La obra de Levinas es revolucionaria pero no genera oposición al centrarse en el prójimo y no funcionar como pensamiento contrario a la fe ni hablar de ciencia pues se centra en el comportamiento moral y pretende llevar la ética judía al exterior. Sin embargo, los círculos ortodoxos no creo que estén de acuerdo con Levinas. No me he encontrado con críticas a su obra pero sé que debo buscar más pues no creo que aprueben sus ideas cuando nos aparecen demasiado laicas a pesar de que Levinas creía en Dios y en la redención. Para él de alguna manera la Torá está por encima de Dios y eso puede causar oposición. En todo caso no como para ser denunciado por otro judío.

        Llama la atención que Maimónides fuera de alguna manera filósofo sin doctorado, cómo se las ingenió para estudiar y serlo en su época. Levinas ya es un judío emancipado, pero claro, habiendo vivido recientemente los tragos amargos de la falsa emancipación. Maimónides abre mucho el pensamiento judío que comenzó a abrirse en ese sentido con Filón de Alejandría, ya para Levinas, hacer filosofía como profesión es posible. El otro para Maimónides estaba muy presente de manera implícita y el dar entrada a la ciencia en la vida del judaísmo permite salud y desarrollo en su comunidad y en nuestras comunidades. La salud en Levinas es buscada en las relaciones humanas y a través de ellas, su obra busca un alto a la violencia y un cuidado del otro que incluye cuerpo y alma de manera unida y en relación con el otro.

        Pienso que para acercarnos a Levinas es muy importante comprender las aportaciones de Maimónides al pensamiento judío y sin ellas, Levinas no existiría para nosotros.  

    
               Hoy podemos vivirnos como judíos en el mundo 

y dar nuestras aportaciones al mundo por la apertura que

nos dieron Maimónides y Levinas, entre muchos  

de nuestros pensadores, con su fuerza y enseñanzas grabadas

                                           en cuerpo y alma.

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