El espacio aclarado no es intervalo absoluto. Lazo entre visión y tocar, entre representación y trabajo. Demora esencial. La visión se abre en perspectiva, en horizonte que ve la distancia alcanzable, es contacto que asegura. Por la mano un objeto es tomado y tocado. El espacio vacío es la condición de esa relación que materializa. La visión hace la relación posible y logra la trascendencia. La conciencia regresa a ella misma para materializar. La luz nos da conciencia de la exterioridad radical. La acción parte de lo sensible. La diferenciación es central, sentir lo sutil, la energía sutil y el rostro ahí revela la palabra en la relación con el otro que introduce la trascendencia que ya no es egoísta, parte de lo sensible y se eleva. Nos dice Levinas en Totalidad e infinito.
Pienso que nos aclara mucho, un camino a seguir para vivir en compromiso y acción que parte de la visión, del horizonte que materializa en amor desde lo sensible, en trascendencia y diferenciación.
Lograr esta letra hebrea de vida que es escalera al cielo, al infinito, desde las relaciones trascendentales
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