Grace Nehmad

lunes, 8 de abril de 2024

Superación

 Hace tiempo que no venía a Tepoz y ha sido muy grato el encuentro. Lo había olvidado. Lo bien que me hace y las experiencias aquí vividas. Así como mi juventud la pasé en Valle de Bravo con mi ex esposo y mi hijo, a los cuarenta comencé a venir sola a Tepoz una noche de retiro una vez al mes y con la pandemia me desapareció la costumbre. Mañana cumplo 54 años  y me toca el eclipse aquí. Me deja en gran reflexión. El tiempo vuela y nunca hubiera creído el tipo de vida solitaria acompañada que me sería asignada desde arriba para el desarrollo de mi alma y para llevar a cabo mis misiones existenciales. Parece que mis actividades llaman mucho la atención y tengo atractivo. Ello me ha generado extrañas confusiones con el sexo opuesto y quizá la búsqueda religiosa para pedir clemencia y cobijo, que no me quieran tomar como objeto sexual. Lo malo que pues tampoco me parece justo un encierro tan encerrado y tengo derecho a relacionarme como amiga con el sexo opuesto. Claro que las cosas no son siempre como uno quisiera. Pienso que como alumna o maestra me relaciono bien con hombres y mujeres de todas las edades. Tengo a mi padre y a mi tío con quienes llevo una estrecha relación y un par de amigos pero sé que es difícil la verdadera amistad pues tarde o temprano se enamoran de mí. Mi rabino es muy cercano y es como maestro. Sí tengo ciertos problemas para poner límites a algunas relaciones que buscan más de lo que estoy dispuesta a dar. En otras hab habido confusiones no muy gratas sobre tiempos y espacios. Todas estas confusiones y dificultades se han incrementado con mi divorcio pues he quedado más vulnerable. De entrada un maestro que fue muy amigo mío decidió que se me declaraba ya que estaba disponible y ello fue muy doloroso para mí. He tenido que aprender que no debo ni conversar con la mayoría de los hombres que me aproximan en tono demasiado amigable pues ello se malinterpreta. Y crecí muy cerca de un primo, éramos inseparables, ello complicó  mis relaciones tornándolas muy ingenuas respecto al sexo opuesto. ¿Qué me queda? Cuidarme mucho en conversaciones y espacios, hacer mi trabajo en la vida con dignidad y trabajar en la claridad y expectativas realistas de toda relación. ¡Sí se puede y para allá voy!


Desde Tepoz reflexiono mis relaciones para mejorar


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