Los hombres tienen miedo al frío y sin embargo hoy objetivamente en el planeta hace daño el calentamiento global y la posibilidad del fuego destructivo es muy negativa. El fuego es bueno pero también necesitamos equilibrios y el frío y el hielo nos hacen bien. El espacio intermedio entre el fuego y el frío es necesario y ahí estamos bien. Lo mismo para nuestras relaciones que deben tener equilibrios y huir de los vicios. Debe haber pluralidad política y escapar de seducciones negativas. Es la misma situación del justo medio. La Boétie nos habla de un don de sí mismo que es también colectivo y ahí todos se nutren en un colectivo natural. Es unión donde se puede dar y eliminar fragmentaciones. Sacrificio y solidaridad se logran desde dónde, la fusión positiva nuevamente, rutinas y equilibrios, somos cuerpo y alma, todos y uno, servicio al otro y divino. Quizás en esta dimensión debemos encontrar puentes. La voluntad y la intensión son muy importantes y no vivir en el dominante y dominado. Debemos escapar de los vicios. Que lográramos la libertad natural que se pervierte en el nivel del deseo y del deseo colectivo y corregir el mal encuentro. Debemos no obedecer a ciertas ordenes y obedecer incondicionalmente. En las relaciones hay perversión y somos equilibrios en nuestros elementos como en el fuego y el hielo, somos el cosmos dentro de nosotros y fuera de nosotros. Debemos lograr la corrección y la unidad.
Correr hacia nuestros equilibrios en amor
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