Grace Nehmad

martes, 2 de enero de 2024

El presente en nosotros



 Los epicurianos no tienen remordimientos y el pasado es pasado. Tenemos sólo un presente y eventos en instantes en cuerpo y alma. Son eventos que aparecen y desaparecen. Para ellos no se dominan sentimientos pero lo central es lo que va pasando y queda en ti y lo esencial es no tener miedo a la muerte y seguir. Pero sienten que algo de la felicidad les escapa quizá por esta falta de claridad y fuerza al enfrentar la muerte y el dolor. Un miedo a la muerte saben los epicurianos que no se puede calmar por completo pero buscan el remedio en el calmar el dolor y con una fórmula en repetición que incide en tu presente y lo mejora. El mecanismo es material y hay una libertad al calibrar el alma y reconfigurarla. Cuando la muerte está ahí es avanzar en pleno conocimiento que ahuyenta a los miedos vanos que podemos afectar. La muerte priva la sensibilidad pero no debemos temerle y disfrutar esta vida sensible como es. Si la esperamos puede doler, no es nada para nosotros porque al existir ella, no existimos nosotros y si existimos, ella no existe. Concentrarnos en el instante nos ayuda y quizá como marca Levinas, verla como otra etapa de vida, no vida , en un estado diferente, en una dimensión diferente y aceptarla sin dolor. Ello también es ontología en educación hacia el no ser pero para ser mejores mientras vivimos en este plano, en apertura y creación y aceptación mientras estamos en esta dimensión. Me parece que al hablar de ontología y educación es importante enfrentar todos estos temas y dimensiones que hemos revisado en este artículo. Son quizá elementos que nos ayudan a fortalecer nuestro punto de encaje en esta tierra y aceptarnos como somos, seres racionales y sensibles, cuerpo y alma, sueños y recuerdos, leyes y relatos, palabras y silencios, somos parte consciente e inconsciente que el arte nos ayuda a revelar para mejorar nuestra toma de decisiones día por día, en presente activo. Los epicurianos nos despiertan a mejorar nuestros pensamientos frente al dolor y la muerte y podemos ir más allá como venimos viendo y tratar de reinterpretar positivamente cuanto nos pasa y vivir en presente, en acción y creación recordando nuestra conexión interior, educarnos a ella, trabajarla y aspirar al excedente que propone Levinas. También ayuda entonces como plantean los epicurianos no dejarnos atrapar por el dolor y la muerte y la preocupación que pueden generar en nosotros. Me parece una buena forma de concluir este texto en donde he tratado de aproximar herramientas de desarrollo para equilibrarnos mejor como humanos uniendo cuerpo y alma, aspirando al uno y aceptando nuestras limitaciones que caminan en tendencia hacia una vida más plena y despierta.


Volver a la unidad de la letra alef en unión de cuerpo y alma, en presente y conexión interior

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