Conciencia como fuerza, y para Freud es inconsciente como sentido personal, la subjetividad individual y los lazos según cada uno. Interesan los mecanismos del olvido y el recuerdo. Entre los factores el querer olvidar puede ser puesto en evidencia con su constitución física presente. Nos desligamos y somos archivos abiertos sometidos a la voluntad y la influencia del mundo exterior. No nos desprendemos por completo y vamos pasando por la vida en calma. Elementos ponemos de lado y deformamos. Pero vamos haciéndonos los locos y rechazamos de manera inconsciente. Progresivamente podemos recuperar recuerdos perdidos con un trabajo terapéutico dice Freud. Ciertos secretos se guardan y otros se revelan, cómo podemos acceder a nuestras soluciones de vida? A veces escondemos algo porque es muy doloroso y lo posponemos hasta estar listos para verlo. Qué hay fuera de los recuerdos? Cómo en un campo alternativo que nos acecha y se resiste. El analista no siempre tiene la razón y explica per depende del analizado. Puede haber banalidad o recuperación y actos fallidos. Desvincularnos del desagrado es también un camino que tomamos. Recordamos a alguien y la vida nos enmascara ciertos aspectos. La vida se transforma en aspectos personales que debemos completar con ambivalencias y resistencias personales y tenemos que revelar lo profundo. Hay en Freud un gusto por la precisión muy impresionante. Es la experiencia y la resistencia. Hay banalidad y curiosidad. El espejo nos atrae y refleja. Buscamos signos y escapamos, ya encontremos puentes y veredas unidos en certeza.
Ahí están nuestros horizontes para nosotros. Nos esperan en amor
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