Grace Nehmad

domingo, 21 de enero de 2024

De la mano divina

 Perasha Beshalaj

Y ocurrió que al dejar salir el faraón al pueblo, éste no fue conducido por el Eterno por el camino de la tierra se los filisteos que estaba cerca porque se dijo Dios:”Que el pueblo no se arrepienta al ver guerra y quiera volver a Egipto”. E hizo Dios que el pueblo tomara el camino del desierto dando un rodeo hacia el mar Rojo. Y los hijos de Israel salieron armados de la tierra se Egipto. Y Moisés llevó consigo los huesos de José, cumpliendo lo que éste había pedido a los hijos de Israel para cuando los redimiera el Eterno. Viajaron de Sucot al día siguiente y acamparon en Etam en el extremo del desierto. Y el Eterno iba delante de ellos de día guiándolos con una columna de nube y de noche con una columna de fuego para alumbrarles el camino. No se apartaba columna de nube de día ni la de fuego de noche, siempre delante del pueblo.


Tuvimos que recorrer el desierto por el camino largo para eliminar a la esclavitud arraigada en nosotros y siempre Hashem no llevó de la mano con la columna de nube o de fuego y nos lleva por delante desde donde estamos hoy en nuestros recorridos hacia toda redención, hacia la redención final.

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