El tiempo
cambia y todo se transforma en función a él. Los descubrimientos modernos
aceleran nuestro actuar en el planeta y tratamos de ir cada vez más rápido.
Nada parece suficiente y nos sentimos empujados a actuar, a hacer y hacer y no tenemos
la fuerza suficiente para cumplir. Todo molesta y presiona más que antes y necesitamos
repensarnos, pero no existe el espacio entre las cadenas que nos hemos ido
colocando, quizás para evadirnos y en realidad no hay adonde huir. Sería mejor
por empezar por aceptarnos y trascender nuestras limitaciones desde dentro. Levinas
nos pide entrar en el tiempo del otro, pero estamos enajenados y sólo alcanzamos
a vivir mecánicamente. Parar estaría bien y seguir desde otro lugar, en
conciencia y superarnos desde así con la finalidad de ayudar a todo otro.
Quizás así disminuye la velocidad que nos presiona tanto sin razón aparente.
repensar tiempos para evitar la velocidad enajenante y vivir en conciencia
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