En su libro de
otra manera de ser o más allá de la esencia Levinas nos dice que interpreta al
sujeto como rehén y la subjetividad del sujeto como rompiendo con la esencia
del ser. El hombre moderno se toma como un ser entre seres pero en realidad no
puede quedarse en casa. En realidad lo humano nunca pudo permanecer encerrado
en su lugar. El orden moderno es un orden o desorden, nos dice Levinas, que no
puede ya ignorar a los pueblos y ser elitista cada yo debe responder y decir,
aquí estoy para los otros y querer perder su lugar, dejarse sustituir sin
hipocresía. Esencia y condecoraciones deben perderse para los otros. Ese yo
cede sus esencias para ser para, para asistir a todo otro en amor. Tampoco se
buscan epitafios sonoros de muerte, mejor ser en el presente y asistir
desinteresadamente. Suenan urópicas las ideas de Levinas, pero están a nuestro
alcance, podemos no perdernos en la masa y ser para desinteresadamente. Al
menos trabajar profundamente estas cualidades en nuestro ser y superarnos como
trabajo paulatino de vida, como enfoque constante existencial.
En el café te escucho y asisto, aprendo a ser para, desinteresadamente
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